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Niños disfrazados de sicarios se vuelven sensación en redes

  • Edwin García
Sonríen, bailan y juegan: llevan la narcocultura matizada por la inocencia
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Los disfraces para la temporada de ‘muertos’ son una de las cuestiones que más despiertan el imaginario colectivo, pues las personas suelen caracterizarse como algún personaje que esté de moda o del cual haya sucedido algo relevante.

En México estas particularidades suelen tomarse muy en serio y ‘tomamos forma’ no precisamente de algún superhéroe o un protagonista épico, sino de los protagonistas que construyen la realidad nacional mediante sus acciones.

Es el caso de un pequeño, a quien seguramente le impusieron el traje, que tomó una camisa clara, un escapulario y una gorra para lucir como Ovidio Guzmán simulando el outfit que llevaba el hijo de “El Chapo” Guzmán al momento de su detención en Culiacán, Sinaloa.

Además, el menor tiene pintada la cara en la parte de la barbilla y bigote para acentuar la caracterización.

 

Por otro lado, tenemos a otro menor que también generó sensación tanto en redes sociales como en la plaza por la que camina por figurar ser todo un mafioso criminal.

El niño lleva puesta una camisa negra abierta hasta el pecho y fajada dentro de su pantalón de mezclilla. De su cuello cuelga una cadena dorada como la ostentosa bisutería que suelen lucir los líderes del narcotráfico y algunos servidores de ellos.

Pero en la parte de atrás de su pantalón lleva atado un cordón que a su vez está amarrado a una bolsa negra simulando ser un cadáver o un cuerpo. El niño se pasea tranquilamente por la plaza sin percatarse de que lleva tras de sí una víctima del panorama nacional que cada vez parece tomar mayor fuerza y control e incluso estar por encima de la ley.

 

No hay mucha información sobre quiénes son estos menores o si ellos decidieron por propia voluntad vestirse de esa manera. Lo que sí, es que generaron demasiadas reacciones en redes sociales; algunos usuarios afirmaron que “se llevaron el halloween”.

Caracterizar a estos personajes demuestra el grado de aceptación que tienen dentro de la sociedad mexicana, por lo cual los hechos graves o culposos que hayan cometido quedan relegados y ahora los vemos con tono humorístico. Pero, ¿no estaremos idolatrando a las figuras incorrectas?

 

Foto: Especial

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