Una celebración por la culminación del ciclo escolar de un joven de 15 años terminó en tragedia, luego de que un cerro de la localidad de Santo Tomás Chautla se desgajó y provocó que un alud de lodo cayera sobre una casa y sepultará a todos los presentes en el festejo.

Con apenas unas semanas viviendo en ese lugar, que es considerado de alto riesgo por estar a un costado de una barranca, la familia Leyva Flores pasó del júbilo a la desgracia cuando se confirmó que seis de sus integrantes perecieron en este accidente.

Aunque las autoridades han caído en diversas contradicciones sobre el número total de las víctimas, el último reporte oficial confirma que se trató de tres menores de edad y tres adultos quienes fallecieron por causas diversas, tales como asfixia, traumatismo craneoencefálico severo y fracturas en tórax, por la presión que generaron las toneladas de lodo sobre ellos.

El luto en esta comunidad ubicada a tan sólo 40 minutos del centro de la capital poblana, se siente entre los habitantes que aún ven a la distancia como las autoridades recorren la barranca, que es habitada por lo menos 25 familias de las cuales varias de ellas ya abandonaron su hogar por el riesgo latente de sufrir la misma desgracia.

Sin embargo los vecinos aseguran que no son casas improvisadas sino que incluso recibieron permisos y apoyos económicos de crédito a la vivienda por parte del Gobierno del Estado, cuyos característicos tanques de agua de color azul se pueden apreciar en las azoteas de estas viviendas.

Al respecto las autoridades de Protección Civil Municipal, en voz de su titular Gustavo Salvatori, informaron que se hará una revisión exhaustiva de la zona para hacer la mitigación de riesgos, aunque corresponde a otras autoridades analizar los permisos que en su momento hayan sido otorgados.

El secretario General de Gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, también dijo desconocer sobre la existencia de un aval oficial para la construcción de estas casas, que como la de la familia Leyva, se ubican en una zona considerada de alto riesgo por ser inestable, ya que la barranca fue rellenada con escombros para permitir la edificación.

Ya velan a sus muertos

Mientras las autoridades limpian el cauce del río y recogen con una retroexcavadora el lodo entre los que aún se encuentran algunas pertenencias de las víctimas, en otras tres casas de esta comunidad ya eran velados los cuerpos de tres mujeres que fallecieron de forma inmediata y que pese al esfuerzo de sus vecinos no fue posible salvarle la vida.

La gente no quiere hablar de lo ocurrido, se encierran en sus casas para velar a sus muertos; no quieren recordar lo que ocurrió la noche del miércoles, por lo que hicieron una gran excepción cuando la mañana de este día abrieron sus puertas para que entrara al secretario Fernando Manzanilla, quien se comprometió a darles apoyo en materia económica para los gastos fúnebres.

Durante su recorrido en la comunidad, la gente se acercó al funcionario no sólo para pedir apoyo económico, sino para que se haga una revisión real de las condiciones en las que se encuentra esta barranca que atraviesa la comunidad, pues temen que las lluvias vuelven a generar estragos en otras zonas de la junta auxiliar.

Y es que debido a la construcción de las mencionadas viviendas, el trazo de la barranca fue alterado y ahora una calle que se encuentra correctamente pavimentada, funge como el cauce del río por el que baja no solamente agua, sino también tierra y piedras de cantera.

Además de la familia Leyva, que se quedó sin su patrimonio, hasta ahora son tres familias las que ha tenido que abandonar su hogar por ubicarse cerca de la vivienda siniestrada, por lo que están siendo alojados por sus familiares que también son vecinos de la zona, facilitando el trabajo de la autoridad municipal para habilitar algún albergue.

Tres menores y tres adultos, las víctimas

Eugenia Leyva Alvarado, de 61 años; Antonia Leyva Flores de 41; Dulce Rosario Calbarín Merino, de 42; Fátima Muñoz Rodríguez, de 9 años; Gaspar Flores Leyva de 6 y Joseline Flores Ibáñez de 4, serán sepultados este viernes en el panteón de la comunidad, donde el edil auxiliar Otilio Flores ya hecho los trámites correspondientes para garantizarles un espacio a las víctimas.

"Les dijimos que todavía no se vinieran, que se esperaran a tener bien el techo y no sólo de la lámina", son algunas de las últimas palabras que recuerda uno de sus familiares al momento de indicar que sabían que era riesgoso habitar este cuarto de cuatro metros por tres, sin embargo la necesidad de independencia y de tener un espacio propio, empujó a la familia Leyva Flores para habitar este sitio.

Tras la tragedia, las autoridades municipales señalaron que no tienen identificados focos rojos, sin embargo hicieron la invitación para que toda la gente que viva cerca de barrancas tomen sus debidas precauciones en esta temporada de lluvias a fin de padecer alguna situación similar a la ocurrida en Santo Tomás Chautla.