Solo o acompañado por un grupo reducido de colaboradores, con escasa presencia de políticos, Enrique Cárdenas Sánchez, se concibe como un candidato ciudadano en su contacto diario con la gente, que le expresa su preocupación reiterada por la inseguridad y la economía, al tiempo de pedirle razones para confiar en él. 

Un día en la campaña del ex rector de la Udlap inicia muy temprano y termina entrada la madrugada. El de este lunes se caracteriza por una rueda de prensa cancelada, la precariedad de los recursos, pese a lo reportado por el PAN ante el Instituto Nacional Electoral (INE), así como por los pocos asistentes a sus actos públicos.

La academia es el espacio en el que mejor se desenvuelve, prefiere el contacto con los estudiantes que convivir con los integrantes de los partidos que abanderan su candidatura común: PAN, PRD y MC, aunque descarta un recelo hacia estos últimos.

Conduce su automóvil 

Alejado de la parafernalia propia de las campañas políticas, la cual contrasta con su perfil, Enrique Cárdenas llega a las 07:00 en punto a una entrevista con Fernando Canales. 

Desciende de un vehículo Jetta color blanco el cual condujo desde su domicilio, pese a que hace unos días promovió el uso de la bicicleta. 

A su primera actividad de campaña llega sin acompañantes, solo con su proyecto a cuestas ingresa a la radiodifusora Ultra recién entrada la mañana. 

Todos los lunes aprovecha el espacio que por ley le otorgan a los tres candidatos a la gubernatura para difundir sus propuestas de campaña.

Con saco gris, camisa y pantalón de vestir el ex rector de la Udlap parece listo a ofrecer cátedra en alguna de las universidades que labora como docente.

Porta un bolígrafo con el que suele calificar a sus alumnos. Está vez lo usa para subrayar los temas políticos propios de la entrevista y para recordar los nombres de las comunidades y los municipios de la Sierra Norte, debido a que el también investigador nivel 3 del SNI, reconoce la dificultad de aprendérselos. 

Por momentos también le es difícil recordar el nombre de su entrevistador. Lo llama Pablo y Juan Carlos, luego recompone y advierte que su nombre es Fernando y le ofrece una disculpa para continuar con la charla. 

No pierde oportunidad para exigirle transparencia a su contrincante de Morena, Luis Miguel Barbosa, a quien confronta abiertamente sobre el origen de sus bienes desde la tercera semana de su campaña.

La academia, su mundo

El ex director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias pide privacidad por unas horas para ensayar el discurso que ofrecerá en la Upaep, una de las universidades donde da clases.

La universidad es su mundo. Donde mejor se desenvuelve. Donde no se observa acartonado, ni se le exige alzar el tono de voz para ser escuchado.

Siempre de la mano de su esposa, María González de Cossío, cruza el pasillo del Centro de Vinculación Upaep y sale al encuentro de los alumnos, quienes le piden selfies y lo arropan como a un amigo entrañable. 

Saluda al rector Emilio Baños Ardavín y al académico Antonio Sánchez Díaz de Rivera, quien buscó ser presidente municipal en 2007.

Cárdenas se mueve mejor en la que reconoce que es su zona de confort, de la que decidió salir para emprender el reto de la candidatura.

Sin titubeos firma los compromisos con la ética propuestos por alumnos de la Upaep y le adhiere uno más: que los candidatos expliquen el origen de su riqueza, con dedicatoria una vez más para Luis Miguel Barbosa, a quien pretende alcanzar en las encuestas en dos semanas.

Deja a los diputados la responsabilidad de legislar sobre el derecho a la vida, aunque el ex alumno del Itam y de colegios jesuitas advierte que es un hombre de creencias. 

De nuevo enfrenta a los medios que lanzan preguntas incisivas sobre sus gastos de campaña y le piden que “hable más fuerte”.

La entrevista termina cuando inician las preguntas incómodas. El candidato tardó dos días en negar actos de corrupción en su paso como rector de la Udlap y a este se suman más cuestionamientos que evita responder. 

El candidato canceló su presencia en la rueda de prensa mañanera del PAN, donde hablaría sobre las acusaciones de Morena, lo que obligó al Comité Estatal a recorrer la atención a los medios de comunicación a las 09:30 horas. 

Un día antes se canceló un recorrido por la comunidad de Chipilo, perteneciente al municipio de San Gregorio Atzompa. 

¿Por qué debemos confiar en usted?

Con mirada incrédula una artesana que minutos antes aplicaba una técnica especial de decorado a una bajilla de talavera le suelta una pregunta a Cárdenas: ¿por qué debemos confiar en usted?

El cuestionamiento provoca sorpresa en el rostro de Cárdenas quien alcanza a decir “buena pregunta”, al tiempo de pedirle a su interlocutora que busque en Internet su trayectoria. 

“No tengo cola que me pisen. Por mucho que me han buscado no me encuentran”, señala al tiempo de pronunciar sus propuestas de estancias infantiles y de adultos mayores a los trabajadores de la fábrica “Talavera Hernández”.

La preocupación constante de los trabajadores es la inseguridad en la zona. El dueño de la fábrica ha sido asaltado en más de una ocasión, por lo que exige respuesta de las autoridades.  

“Soy el de la foto”

En una charla con e-consulta rumbo a su último acto público Enrique Cárdenas afirma que la guerra sucia no le ha afectado.

Dice estar seguro de ganar la elección del 2 de junio pero en caso de no lograrlo regresará a la cátedra, espacio que “nunca dejó del todo”. 

Incluso encuentra similitudes entre la academia y la política, en el entendido que en ambas se deben “buscar acuerdos”.

Luego baja de una camioneta, conducida por su chofer, vestido con una camisa a cuadros, pantalón casual y tenis deportivos. En la esquina del bulevar Norte y Diagonal Defensores de la República, lo esperan no más de 30 brigadistas del PAN, liderados por el ex regidor Miguel Méndez Gutiérrez y un luchador con traje blanquiazul.  

El también docente de la Universidad de Oxford explica la escasa presencia de simpatizantes debido a que el estilo de su campaña es otro, sin actos multitudinarios, ni “derroche de recursos”.

La escena contrasta con la campaña del PAN en 2018, donde la conglomeración de personas, trasladadas en camiones del transporte público era la constante.

Esta vez una bocina de corto alcance reproduce un spot de campaña en el que se destaca la honradez del candidato, quien reparte propaganda a los automovilistas, se toma fotografías con los transeúntes y les comparte “soy Enrique Cárdenas, el de la foto”.

Foto portada: Twitter

Fotos: Efraín Núñez