El 60 por ciento de las desapariciones en Puebla corresponden a mujeres, de las cuales la mayoría son menores de edad y tienen como destino la prostitución o la pornografía, según cifras del especialista y activistas en derechos humanos Gabriel Hernández Campos, quien participó en el primer foro: la voz de los desaparecidos.

En los últimos cuatro años se han contabilizado cerca de mil 500 carpetas de investigación por casos por desaparición, sin embargo se estima que existan dos mil personas que se perdieron en el territorio poblano sin dejar algún rastro.

Hernández Campos explicó que en todo el país el 70 por ciento de desapariciones corresponde a hombres de entre 18 a 30 años, sin embargo, en Puebla la mayoría de los casos son mujeres, de las cuales el 50 por ciento son menores de edad.

Ante ello, detalló que Cuernavaca se ha convertido en el nuevo lugar para enviar a las jóvenes de entre 12 a 18 años y ser víctimas de explotación sexual.

Durante el encuentro, la representante del colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla, Luisa Baroja, y familiares de personas desaparecidas exigieron, tanto a las autoridades locales como federales, la aplicación urgente de las leyes en la materia, así como revisar las deficiencias que se encuentran al interior de la Fiscalía General del Estado (FGE).

De igual manera, reprocharon el nulo interés de los legisladores del Congreso local para asistir a estos foros a causa de su agenda política durante época electoral e ignorar la problemática.

Los familiares relataron las problemáticas que enfrentan a la hora de ejecutar una denuncia ante la FGE ante la falta de peritos que existe en la unidad especializada.

Sobreviviente de Ayotzinapan llama a buscar unidad

Ante este panorama, el sobreviviente de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, Omar García, intercambió su experiencia con los familiares de los desaparecidos en Puebla para resistir en la búsqueda y visibilizar la problemática.

El normalista llamó a los participantes del foro a buscar vínculos con organizaciones no gubernamentales o medios de comunicación para seguir con la búsqueda de los desaparecidos puesto que las complicaciones jurídicas hacen que sea lento el avance en cada uno de los casos.

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