Con moño negro de vivos blancos en el cuello y la trompeta en las manos, la imagen del Álvaro Paulino Jr. le dio la vuelta al mundo en noticieros internacionales. El Mariachi Tapatío que fundó su padre de origen poblano, puso el color y sentimiento en la Fiesta Latina. Esa que el viernes organizaron inconformes con el racismo del abogado Aaron M. Schlossberg, contra los latinos de Nueva York.

El miércoles pasado se viralizó un video en que Schlossberg reclamaba al gerente del establecimiento Fresh Kitchen porque los empleados, a los que según él mantiene con sus impuestos, hablaban español y no inglés. En la discusión grabó a trabajadores con su celular y amenazó con llamar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de ese país, ICE, por sus siglas en inglés. Las reacciones surgieron desde diferentes flancos.

El congresista Adriano Espaillat y el presidente del Distrito de Bronx, Rubén Díaz Jr., ambos de origen latino, iniciaron un proceso para revocarle la licencia de abogado. Los dueños del cubículo que rentaba en la avenida Madison lo corrieron a las horas. Los latinos por su parte hicieron una cooperacha para llevarle serenata a su oficina y su casa. Los músicos a cargo de cantarle La Cucaracha y otros temas, tienen sus raíces en La Magdalena Axocopan, Atlixco.

Ante las cámaras y las centenas de migrantes que se congregaron en la fiesta, Paulino Jr. explicó que él era nacido en Estados Unidos pero que por sus orígenes, mitad mexicanos y mitad boricuas, habla orgullosamente español. Pidió a mexicanos y latinos de otros países ahí presentes, seguir en la lucha contra acciones racistas como las que vivieron con Schlossberg. Dejó en claro que desde la música se pueden generar los cambios sociales como lo hicieron con la manifestación.

"La mayoría de los emigrantes son de México, llevando el mariachi, llevando la serenata ya con eso mandamos el mensaje, que no se meta con nosotros, que nos dé más respeto, tanto a él como a otras personas que son racistas, porque sabemos que hay más racistas viviendo en este país. Pasarles el mensaje de parar el racismo porque estamos en una época en que debe haber menos de eso, debemos estar más unidos", dijo después en entrevista telefónica para e-consulta.

La historia de su papá Álvaro Paulino, presume, es una de esas de lucha de poblanos que dejan su vida para buscar una oportunidad de superación en Estados Unidos aunque eso implique despegarse de su tierra para siempre. Una que como en muchos de los casos de migrantes incluyó empezar con los trabajos sencillos. De esfuerzos para que el mariachi fuera apreciado entre los neoyorkinos.

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En Axocopan él formaba parte de la cuarta generación de músicos, sin embargo en 1963 decidió que cruzaría la frontera para mejorar su condición económica. Empezó lavando platos en las derrumbadas Torres Gemelas. Después encontró un trabajo en una empresa de mantenimiento para la que trabajó más de 30 años y ahí se jubiló. En sus tiempos libres ganaba unos cuantos dólares de más promoviendo la música mexicana en las primeras agrupaciones que se hicieron sonar.

"Había muchos mariachis allá, señores que a cierta edad ya están viejitos y no hay muchos beneficios, prestaciones, por eso se vino aquí y llegó a chambear, sea de lava platos, sea de lo que sea", recordó.

Hoy, cuenta Paulino Jr., cada músico de un mariachi gana 100 dólares por hora y la media es de unas cinco presentaciones al día. Sin embargo cuando su papá empezó en los sesentas pagaban 3 horas por 50 dólares y alguien requería a un conjunto de este tipo cada cuatro meses. Con el tiempo no sólo fundó el Mariachi Tapatío en 1983, sino el Conservatorio de Mariachi de la Ciudad de Nueva York, una institución de formación de músicos que lleva sangre poblana.

Sus alumnos son en un 60 o 70 por ciento mexicanos y entre ellos la mayoría son de Puebla. En tanto que el resto son jóvenes de origen latino y como mariachis también han llegado a formar a hindúes y chinos. El origen, reconoce el músico, no es lo más importante. Y es que ya sea por hobby o como parte de una educación para el futuro, sus alumnos son jóvenes que eligen esta actividad en vez de ponerse en riesgo.

"De una forma u otra es una buena inversión porque el niño si es que quiere ser mariachi profesional en el futuro, ¡perfecto!, y el que no de todas formas es una buena inversión porque esos niños no están en la calle, están enfocados en un proyecto", comentó. 

El estado de Nueva York es el principal destino de los poblanos y hasta se le ha rebautizado como Puebla York.

En 2016 el Pew Research Center (PewRC), uno de los principales generadores de estadísticas del mundo, estimaba que tan sólo en el rubro de inmigrantes fuera de regla, había 68 mil 400 de Puebla en esa entidad y otros 31 mil 10 en el vecino Nueva Jersey.

Por otro lado activistas señalaron ese año que 150 mil poblanos votarían  en Nueva York. La migración en México es un tema del segundo debate presidencial a realizarse este domingo.

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