El PRI ganará en Puebla los cargos al Senado a quienes fueron desleales e incongruentes, aseguró Miguel Ángel Osorio Chong, ex secretario de Gobernación federal, en alusión a Alejandro Armenta Mier, candidato del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien fue su subordinado en el Registro Nacional de Población (Renapo) al inicio de este sexenio.

En entrevista con e-consulta, tras la gira que sostuvo este martes en apoyo de los abanderados del PRI en Atlixco, Cholula y Puebla capital, el también coordinador de los candidatos al Senado del tricolor reconoció que en materia de inseguridad las cosas “se descompusieron en 2016 y 2017” en todo el país, debido a que las autoridades municipales no realizaron su trabajo.

Pese a que en la elección presidencial el PRI se encuentra en tercer lugar en intención de voto en la entidad, confió en que su partido remontará e incluso recuperará la gubernatura con Enrique Doger Guerrero.

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Armenta no puede ni dar la cara

De camisa blanca con vivos en rojo y jeans, Osorio Chong soltó sus baterías en contra de Alejandro Armenta, quien de 2012 a 2015 fue su subordinado en la Secretaría de Gobernación.

El ex secretario de Estado afirmó que los candidatos al Senado por el PRI, Juan Carlos Lastiri Quirós y Xitlalic Ceja García, le ganarán a “quien no sabe dar la cara a los ciudadanos por incongruente”, en referencia al también diputado federal por Tepeaca.

“Por supuesto que le vamos a ganar a quien no sabe de ideologías, a quien no sabe de lealtades, a quien no puede mirar a la gente diciéndole que antes pensaba de otra manera y que hoy piensa diferente”.

Incluso minimizó que su ex correligionario encabece las encuestas más recientes por el Senado y que el tricolor esté en tercer lugar en intención de voto tanto en la elección presidencial como en la de gobernador. “Vamos a remontar”, advierte con ademanes y con voz tajante. 

“No hay pacto con RMV”

Más mesurado respecto al ex gobernador Rafael Moreno Valle, Osorio Chong negó un acuerdo con el panista para que el PRI gane el primero o el segundo lugar en la elección al Senado a cambio de que Martha Erika Alonso Hidalgo sea gobernadora.

Tampoco se atreve a señalar al ex mandatario poblano como el responsable del aumento del “huachicol” en la entidad, bajo el argumento de que como funcionario federal nunca promovió la estrategia del señalamiento.

En su opinión la debacle del PRI del 2010 a la fecha en elecciones locales se debe a una desunión entre los liderazgos, no así a un abandono de la dirigencia nacional a los priístas de Puebla respecto a la maquinaria electoral de Moreno Valle.

Al respecto recordó que en la elección federal de 2015 su partido salió triunfante en la entidad, por lo que confió en volver a repetir los resultados.

La seguridad se descompuso en 2016 y 2017

Pese al aumento de la delincuencia, Osorio Chong no admitió responsabilidad del gobierno federal a la inseguridad en el país y con relación al número de muertes que ya supera a las del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

Manifestó que durante su gestión como secretario de Gobernación el gobierno de Enrique Peña Nieto puso a la Policía Federal, al Ejército y la Marina a disposición de los gobiernos estatales para combatir al crimen organizado.

“Hubo muchas fallas. Partimos de incompetencias municipales y también de falta de atención en lo estatal. Faltaron muchas corporaciones municipales que no trabajaron con el estado”.

Agregó que hubo cambio en 22 entidades de la República y no se entendió que la coordinación es importante para combatir la inseguridad.

Lamentó que se haya politizado la propuesta de reforma para establecer un mando único policial en todo el país para robustecer las policías estatales.  

“Hay 2 mil 400 municipios en el país, 600 no tienen corporación. Hasta que no se haga una reforma las cosas mejorarán. Se politizó el bando único. La vamos a impulsar en el Senado, nosotros no seremos mezquinos”.

Estados no avanzaron como debieron en el sistema penal

Osorio Chong defendió la implementación del nuevo sistema de justicia penal acusatorio al señalar que requiere tiempo para funcionar.

Cuestionó que el 98 por ciento de los recursos en los estados se hayan aplicado a partir de 2012 a pesar de que la reforma se aprobó en 2008 y que el gobierno federal aportó la parte que le correspondía.

Reconoció que existe la percepción en los ciudadanos respecto a que el nuevo sistema es una puerta giratoria a favor de los delincuentes, sin embargo confió que en un par de años se observen los avances.

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