Mantener el bienestar mental es una tarea dura en nuestra época. El estrés, las responsabilidades y la carrera continua por dar más y lo mejor de nosotros nos mantiene en un estado de alerta permanente que deriva en enfermedades, bloqueos mentales y demás estados non-gratos.

Para contrarrestar los efectos negativos de vivir en un mundo que gira tan rápido, la escritora y editora Jaime Green (https://twitter.com/jaimealyse) nos recomienda algo sencillo, económico y que traerá mucho bienestar a nuestras vidas: escribir tres páginas de completa basura todas las mañanas.

Green cuenta que lo primero que hace al despertar es sentarse en su escritorio, tomar su libreta y comenzar a escribir tres páginas totalmente alejada de la conciencia, sin tomar en cuenta si la redacción es correcta o coherente. Una vez que ha completado las tres páginas para y continúa con su rutina habitual. Lo anterior lo aprendió del libro de Julie Cameron “The artist's way”.

Pero seguro te estarás preguntando ¿en qué me beneficiará escribir textos basura todas las mañanas?, ella explica que se trata de un ejercicio de “vaciado mental” con el que se ayuda a limpiar de ideas, ejercitar el cerebro mediante la libre escritura y buscar esas ideas dispersas que, quizá en el futuro, se puedan convertir en un proyecto en forma o en el inicio de una nueva creación.

Este ejercicio de limpieza mental es muy parecido a la meditación “mindfulness” cuya técnica se basa en enfocarse en una sola cosa, ya sea en la respiración, un objeto o un mantra, mientras el resto de pensamientos pasan de largo como burbujas flotantes. El ejercicio de escribir tres páginas te da la oportunidad de identificar y canalizar los pensamientos que sabes que están ahí pero que no han encontrado una salida. Green apunta que este ejercicio puede ser tremendamente informativo ya que te da la oportunidad de fluir en libertad y de plasmar lo que realmente está ocupando tu mente.

Otro de los beneficios es que crear libremente sin esperar que el resultado sea algo bueno, nos alimenta el espíritu creativo que no estará sometido a la crítica y la evaluación, liberándonos de la necesidad de “hacerlo bien”. Green comenta que la evaluación es enemiga de la creación, ya que te obliga a producir cosas de calidad y siguiendo una serie de estándares de “lo aceptable”. La libre escritura te obliga a ir hacia atrás, a liberarte de la autocrítica y a volver a un estado de conciencia básico.

Por último Green agrega que su técnica de creación libre matutina le ha ayudado a fluir, a dejar que todo siga su curso y a enfocarse en las cosas que realmente le importan dejando ir las que no. Se trata de un tránsito de ideas en el que las mejores se quedan, las peores se van y dan paso a otras. Fluir, fluir, todo se trata de fluir.

Y por último “Desarrollarás también tu resistencia a la escritura. ¡Todos esos pequeños músculos de la muñeca! Al principio, duele. Pero, oye, eso te dará algo sobre lo que escribir.”