A diferencia de los gritos y ruidos que lanzaban las primeras civilizaciones, incluyendo a los prehispánicos, para ahuyentar a la luna del sol cuando veían su inexplicable intento por devorarlo, las reacciones de hoy en Puebla ante el eclipse parcial de sol fueron de emoción, expectativa y alegría.

En el Zócalo, uno de los puntos en donde más se colocaron telescopios para la observación segura del fenómeno, las filas comenzaron desde las 11:00 horas y estas estuvieron acompañadas de todo tipo de reacciones.

Hubo quienes entre la desesperación intentaron colarse y recibieron abucheos; quienes vendieron productos de observación hechizos y que científicos presentes advirtieron a gritos, podrían dañar la vista; así como quienes experimentaron con trucos de física en hojas de papel y aditamentos caseros para tomar fotos del recuerdo.

Los minutos del fenómeno en el cielo poblano fueron suficientes para que cientos de asistentes vieran juntos a los astros y para que experimentaran las aportaciones de clubes astronómicos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Prueban ciencia y tiran creencias

En el caso de los científicos, explica el académico de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, Alberto Cordero Dávila, un eclipse podrías ser sólo un fenómeno más de la naturaleza, pero para la población es algo especial a lo que ellos buscan responder.

"Para los investigadores científicos no tendría por qué despertar tanta expectativa en la gente y sin embargo lo provoca y nosotros lo sabemos", detalló el académico. “Traemos los telescopios porque queremos responder, que la gente se dé un llegue, un toquecito de ciencia", dijo.

A lo largo de los últimos días en redes sociales e incluso en las filas de los telescopios, los miedos por interpretaciones falsas de los eclipse se divulgan sin control, así como se vendieron artículos para embarazadas, entre uno que otro asistente se escucha que para qué vino de negro si la radiación será tan maligna.

Ni una ni otra cosa, explica Cordero Dávila, tienen sentido en fenómenos como el que se observó y de los mitos sólo se rescatan los de las culturas prehispánicas que espantaban a la luna o la de los chinos que llevaron a un par de científicos a la horca por errar en predecir los eclipses.

"En los efectos de la fuerza de gravedad no hay ninguna cosa que se pueda afectar y mucho menos a las personas. Debería a incluso de haber menos radiación porque el sol está tapado, es como si fuera una nochecita", explicó.

Lo que se pudo ver por lo menos en el Zócalo, agregó el académico, fue un regalo de la misma BUAP que lleva varios años elaborando sus propios telescopios y capacitando a nuevas generaciones para manejarlos saber interpretar el cielo.

Dejan eclipses marcas en la ciudad

Aunque ahora fenómenos como el eclipse de este día convocó a los habitantes de la ciudad en un zócalo con ambiente festivo, la historia de la ciudad no siempre fue así y de eso se guardan muestras.

Mientras paseaba como cualquier otro espectador en búsqueda de una buena vista de la luna y el sol, el gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural, Sergio Vergara Berdejo recordó cómo estos astros también han dejado marcas.

La zona arqueológica de Cacaxtla, recordó, tiene un mural donde se demuestra cómo se luchó contra la luna en defensa del sol, en tanto que, en la Iglesia de Belém de la 4 Poniente, su cúpula muestra cómo fueron cuatro de los grandes eclipses de Puebla.

Ahora, resaltó el funcionario, cualquiera tiene una noción de en qué consisten estos fenómenos e incluso con los telescopios, se les puede ver, pero todavía hace unos siglos, eran pocos quienes les conocían.

"En el siglo 17 se anunciaba que iba a haber una noche en el día y entonces lo llevaban a la parte de la religiosidad", explicó Vergara Berdejo, además de recordar los vínculos esotéricos y de poder que aprovechaban quienes sabían un poco más del universo.

En el último eclipse solar total de 1991, agregó, Puebla tuvo también una participación importante pues sus zonas arqueológicas fueron visitados por científicos de todo el mundo que no sólo voltearon a ver a los astros, sino a las reacciones de la flora y la fauna en una noche a la mitad del día.

Se quedan espectadores con experiencia de vida

El observar juntos a la luna y al sol, coincidieron quienes se acercaron a la ciencia con la observación del eclipse organizada en el Zócalo, resultó al final en una experiencia de vida para contar a futuro.

En su caso, contó Fernando García de 10 años, esta fue la primera vez que vivió este fenómeno del que sólo había conocido un poco con lo que le han enseñado en sus clases de geografía en la primaria.

"El sol se ve blanco, no amarillo como otros días y la luna se ve de otro color diferente, fue bonito, sólo me esperé como cinco minutos para pasar", dijo.

El menor reconoció que con tal de estar ahí entre los telescopios había faltado al primer día de clases del ciclo escolar 2017-2018 y los menores espectadores fueron de hecho contados, pues sólo algunos uniformados de jardín de niños hicieron fila en la recta final del eclipse.

A sus 49 años, Silvia Ramírez, también hizo fila para ver los astros y aunque en 1991 vio cómo se hizo de noche en el día cuando se encontraba en su natal Aguadulce, Veracruz, asegura que esta experiencia fue distinta pues nunca los había tenido tan cerca.

"Se ve muy bonito, nunca lo había visto así, en telescopio es la primera vez y pues lo vi tan cerca y se ve tan bien, fue en verdad muy hermoso", comentó.

Además del Zócalo, en otros puntos de la ciudad y del interior del estado, se dispusieron también telescopios para la observación con la colaboración de diferentes instituciones.

Promocionan a Martha Erika en eclipse

Camionetas con mamparas de publicidad promocionaron una entrevista hecha por la revista Milenio a la secretaria general del PAN, Martha Erika Alonso Hidalgo, este lunes a un costado del zócalo de Puebla, donde cientos de poblanos se encontraban para observar el eclipse de sol, según lo reportó el periódico Cambio.

La panista se ha dicho dispuesta a contender por la candidatura de su partido para la gubernatura, en las elecciones del siguiente año.