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Intervienen cerro de Amalucan tras décadas de descuido: ambientalistas
A la falta de transparencia sobre el impacto ambiental del proyecto de un parque en el Cerro de Amalucan se suma el deterioró del lugar en los últimos años por la falta de intervención de autoridades.
De acuerdo con activistas, en las últimas décadas se alteró la flora, la fauna quedó prácticamente limitada a algunas aves y se puso fin a un cuerpo de agua natural con una de las obras irregulares que se realizaron en la zona.
El tema de la flora, explicó el ex integrante del Consejo Ciudadano de Ecología y actual tallerista e integrante de grupos ambientalistas, David Silva Aguilar es que desde hace 40 años se comenzaron a sembrar eucaliptos que no eran endémicos de la zona.
En el tema de la fauna, explicó, se llegó a conocer de la presencia y vecindad con especies como liebres y tlacuaches, sin embargo se fueron extinguiendo y actualmente han llegado a observarse solamente algunas aves.
Mientras que el área del cuerpo de agua de formación temporal fue dañada hace unos ocho años durante los trabajos preparativos para una construcción, sin que existiera sanción por el daño.
"Era un lago muy bonito, que era temporal pero se llenaba de agua y había ranitas, había naturaleza, en verdad era hermoso", dijo Silva Aguilar.
Desde el Consejo, organizaciones de activistas y grupos de vecinos, se han topado con la negativa de autoridades para difundir estudios de impacto ambiental del proyecto gubernamental, dijo Silva.
El mismo, recordó, se comenzó a difundir hace ya tres años cuando el ahora gobernador Antonio Gali Fayad era alcalde y desde ese entonces la información se hizo pública con trabas.
En un inicio, recordó, lo que estaba pendiente era el tema de que particulares cedieran los terrenos que a lo largo de los años se comercializaron en el cerro y que esto se hiciera con certeza legal.
Al desconocerse el impacto ambiental del proyecto de este parque, agregó Silva Aguilar, se corre el riesgo de que suceda lo que en otros proyectos en los que no hubo claridad ni justificación, en aspectos como la tala de árboles.