Cuatro comerciantes del Mercado Unión estarían siendo utilizados como chivos expiatorios por la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer el asesinato de Meztli Sarabia, hija del dirigente social “Simitrio”, por la vía rápida.

Fuentes extraoficiales informaron que los cuatro detenidos fueron asegurados desde el pasado sábado pero hasta el momento, no se les ha podido fincar responsabilidad en el homicidio de Meztli ante las inconsistencias y contradicciones con las declaraciones de los testigos presenciales.

De acuerdo con las fuentes consultadas, sí existe una comerciante del Mercado Unión, de nombre Olga, vinculada con el caso aunque no en el grado de autora material, sin embargo la necesidad de cerrar el caso ha impedido que la FGE acate las diligencias para detener a los verdaderos responsables.

En el caso de los detenidos, identificados como Marisela, Johan, Luis y Victor, tres de ellos tienen un local de mochilas en el Mercado Unión, según publicó el portal Central, pero al momento de su detención solo se les halló una navaja.

Como parte de su proceso legal se ordenó su ingreso al Cereso de San Miguel, acusados de portación de instrumentos prohibidos, resistencia de particulares y ataques peligrosos, presuntamente cometidos contra los policías estatales al momento de su detención.

Hasta el cierre de esta edición, no existía orden de aprehensión por el delito de homicidio en contra de ellos cuatro.

Fiscalía sin pruebas que culpen a los detenidos

Horas después del asesinato de Meztli Sarabia el pasado 29 de junio, la Fiscalía General del Estado presentó un vídeo de escasos cinco segundos en el que se ve a cuatro hombres cruzando la 15 Norte a la altura de la 66 Poniente, huyendo supuestamente del lugar de los hechos.

La cámara que capta el momento está ubicada a casi tres calles e imposibilita la identificación facial de los presuntos responsables, además de que en las inmediaciones del Mercado Hidalgo no se detectaron más cámaras que proporcionen una toma más cercana.

Asimismo se sabe por fuentes al interior de la Fiscalía que las declaraciones de los dos testigos presenciales del homicidio, no dan datos certeros sobre la identificación de alguno de los responsables ya que llevaban el rostro cubierto.