La violencia en las zonas limítrofes de Puebla con estados como Veracruz, Tlaxcala y Morelos se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades, pues tan solo en lo que va del 2017 ha dejado al menos una decena de hechos delictivos y 19 personas sin vida.

De acuerdo con un recuento hemerográfico realizado por e-consulta, en lo que va del año las fronteras con otros estados se han caracterizado por ser tiraderos de cadáveres, zonas de balaceras y lugares para operar secuestros y extorsiones, además del robo de combustible.

En límites de Puebla y Morelos ejecutan a líder de secuestradores

Uno de los ejemplos más recientes es el suscitado este fin de semana en los linderos de Puebla con Morelos, donde pobladores del vecino estado siguieron hasta el municipio poblano de San Juan Amecac a una banda de secuestradores y a su víctima.

Tras cercar a la banda compuesta por tres sujetos, con apoyo de las autoridades, lograron liberar a la víctima al tiempo en que los plagiarios se enfrentaron a tiros con los policías que, en la refriega, lograron abatir a uno de los presuntos responsables y detener a los dos restantes.

Inconformes, los pobladores morelenses siguieron a las autoridades hasta la localidad de Marcelino Rodríguez, Morelos, en donde lograron quitarles a los militares al presunto líder de la banda y hacer justicia por propia mano, pues en plena plaza pública lo ejecutaron de varios disparos.

Levantones, homicidios y secuestros en la frontera con Veracruz

El primer hecho registrado en la frontera sur con Veracruz se registró el pasado 2 de febrero cuando un comando armado, que ahora se sabe pertenecía a la banda de Los Bukanas, levantó a ocho personas en un hotel de Esperanza, Puebla.

Horas después, autoridades de Nogales, Veracruz, reportaron que ocho personas habían sido halladas en ese municipio hacinados y con lesiones en la cabeza por arma de fuego al interior de una camioneta.

Los cuerpos pertenecían a las personas levantadas en Puebla y según sus familiares, operaban como “madrinas” de autoridades federales, no obstante, algunas fuentes acusan que en realidad eran de una célula delictiva contraria a Los Zetas, por lo que se ordenó su ejecución.

La violencia en esa zona se incrementó apenas el 9 de marzo pasado cuando tres agentes ministeriales de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (Fisdai), fueron levantados en Atzizintla, Puebla, y horas más tarde ejecutados y abandonados en Maltrata, Veracruz.

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Este hecho desató una cacería en contra de la banda conocida como Los Bukanas, un brazo de Los Zetas que según la Fiscalía General del Estado (FGE), operaba secuestros y robo de combustible en la zona.

El megaoperativo para desmantelar a esta banda dejó un total de 87 personas detenidas, entre ellas el presidente municipal de Atzizintla y cinco de sus policías, quienes fueron acusados de operar para este grupo criminal, cuyo líder continúa prófugo.

Tanto la frontera norte como la sur con Veracruz también ha sido un riesgo latente por los robos y ejecuciones. En municipios como Venustiano Carranza se han cometido secuestros y asaltos con víctimas mortales, mientras que en la parte sur se han dado constantes asaltos a vagones de Ferrosur.

Cuerpos de poblanos son abandonados en Tlaxcala

El pasado 6 de marzo fue hallado un vehículo completamente calcinado en el municipio de Papalotla, Tlaxcala, en cuyo interior había un cadáver calcinado cuya identidad no había sido posible identificar hasta 24 horas después.

Según reportes en redes sociales, un hombre identificado como Juan Antonio Pérez González había desaparecido un día antes junto con su automóvil, un Chevrolet Cutlass con placas de Puebla, mismas que coincidían con la unidad siniestrada en el municipio tlaxcalteca.

Este fin de semana un hecho similar sucedió con una mujer reportada como desaparecida en el municipio de Xoxtla, Puebla, cuyo cuerpo fue hallado en terrenos de cultivo del municipio de San Jerónimo Zacualpan en Tlaxcala.

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