Durante el pasado fin de semana (del 5 al 8 de enero) las ventas de combustible en las 283 estaciones de servicio afiliadas a la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo en Puebla (Onexpo) se redujeron entre un 23 y 26 por ciento, mientras que su rentabilidad cayó en un 33 por ciento, debido al incremento de las gasolinas y el diésel, pero también por el temor que tienen los usuarios a encontrarse con actos de violencia y saqueo.

En conferencia de prensa, Adalberto Baitz Montaño, vicepresidente del organismo, manifestó su rechazo hacia los hechos de violencia pues dijo que vulneran la seguridad de los usuarios, así como de los trabajadores y dueños de las gasolineras, por lo que demandó a las autoridades en el estado, mayores acciones de prevención y protección ciudadana ante nuevos brotes de violencia.

Alertó que el próximo 3 de febrero, fecha cuando se realizará un nuevo ajuste del precio de los hidrocarburos, pudieran presentarse nuevamente bloqueos y toma de estaciones de servicio como las ocurridas en los primeros días del 2017, y donde cuatros gasolineras poblanas se vieron afectadas.

El empresario recordó que estas empresas son de capital privado, y no propiedad de Pemex o el gobierno; de ahí que su saqueo pone en riesgo el patrimonio de los integrantes del sector.

Sobre el desabasto que hubo en Puebla, el pasado 3 de enero, donde hasta 150 gasolíneras de la capital estuvieron cerradas por carecer de combustible, refirió que Petróleos Mexicanos ya regularizó el suministro de gasolina, inclusive el sector ya cuenta con el 70 por ciento de su capacidad de almacenamiento.

Sin embargo, Adalberto Baitz dejó entrever que existe el riesgo de que este fenómeno se vuelva a presentar tanto en el estado como en todo el territorio mexicano, en caso de que existan nuevas tomas de casetas y cierres de carreteras.

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