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La calidad de vida, lo único que bajará en la crisis: investigador de Upaep
El investigador en Finanzas, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Anselmo Chávez Capó, explicó que los aumentos de precios en gasolina, gas y luz eléctrica, se traducirán en una reducción de la calidad de vida de la población porque los ingresos no alcanzarán para enfrentar la escalada de precios que se comienzan a presentar.
Agregó que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que generan más de 90 por ciento de los empleos en la entidad, se enfrentan el reto de sobrevivir ante las alzas de los energéticos y con dificultad crecerán este año.
Señaló que el aumento a las gasolinas de hasta 20 por ciento, la inflación que estará por arriba del cuatro por ciento, la caída del dólar en más de 20 por ciento durante 2016 y la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, generan una combinación negativa para el país y para las familias poblanas.
“El aumento al salario mínimo no es suficiente para que una persona logre cubrir la línea de bienestar. Sin duda que con los ingresos que se recibirán este año no se podrá comprar lo mismo. La presión en las familias aumentará y la calidad de vida irá a la baja”, comentó el académico de la Upaep.
Al presentar el análisis “La cuesta de enero y los incrementos en la gasolina y canasta básica”, Chávez Capó destacó que las pymes resultan afectadas ante las alzas de los energéticos y estarán obligadas a subir los precios de sus productos.
“No es una decisión fácil; al final, las empresas estarán optando por sobrevivir ante un entorno tan complicado. El problema es que no se aprecia una solución a corto plazo, ni una mejora económica”, destacó.
Para este año, se estimaba que la inflación sería de entre 3.1 al 3.5 por ciento pero las nuevas alzas provocarán un incremento mayor y, de forma automática, el poder adquisitivo disminuye.
“Los incrementos tendrán un efecto inflacionario a corto plazo. Los precios de todos los productos se incrementarán, ya que uno de los costos más altos es el de transportarlos. El panorama no es alentador”, explicó el investigador.