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Un nobel de Literatura para un poeta de guitarra en mano
El otorgamiento recién anunciado por la Academia Sueca del Premio Nobel de Literatura asignado por el jurado a un poeta que ha ido por el mundo guitarra en mano cantando sus poesías, ha levantado una voragine de protestas que se acompañan en son de chunga, de burla, de absurdas propuestas de premios similares para actores de la legua, cómicos, bufones y divertidores de todo tipo.
Esto es una burla, una vulgar vacilada que tiene su origen en la ignorancia, de ahí el preámbulo del título de esta nota: “Lectura NO apta para gente inculta”, que resulta, valga la redundancia “No apta para ignorantes”.
“Es como ponerle una medalla al monte Everest por ser el más alto del mundo” ha expresado enfáticamente Leonard Cohen (Poeta, novelista y cantautor canadiense, 1934) dejando en claro que lo absurdo está en otorgar este reconocimiento a quien ya de suyo es considerado un gran poeta: Bob Dylan.
“Me atrevería a decir que el galardón llega tarde” Afirma de manera enérgica Joaquín Sabina; quien además ha sentenciado un verdadero dictamen que justifica la premiación: “Su manera personal de jugar con la fonética; de escupir las palabras, de frasearlas, consiguió que aquel, poeta que yo entonces quería ser, decidiera convertirse en músico”.
Y aquí está la clave, el quid del asunto: el prestigiado premio se otorga a un Poeta No a un cantante. De Dylan encontramos en el libro auto- poeta-biográfico de Sabina, obra de gran tiraje y grandiosa aceptación “En Carne viva” un total de 21 citas en el índice onomástico, destacando, que su ironía está presente de manera impresionante en sus escritos, desde sus “Memorias Crónicas”; su obra primera “Tarántula” y, dice Joaquín: “En mi santoral Bob Dylan tiene la corona más grande”. Y, en el soneto “Cuaderno de la gira” que le escribió en 2004 le asigna el título de “el novio de la Virgen del asombro”. Se dice también que Quevedo y Dylan son el grado más alto de la evolución del primate. Y que su poesía escrita originalmente en inglés, se escucha y disfruta también en español como sueco.
La Academia ha declarado que por “literatura” se entienden “no solo trabajos puramente literarios sino también otros escritos que por la forma de expresarse poseen valor literario”.
Dylan nació en Duluth, Minnesota el 24 de mayo de 1941, su verdadero nombre es Robert Allen Zummerman. Se afirma que desde en sus primeros versos se encuentran rasgos de Homero y su “Iliada”.
Esta es sin duda una deconstrucción de Bob Dylan, no nos queda más que volver a disfrutar su poesía hecha canciones, reconociendo que él tuvo el valor de electrificarse y ponerse de pie como el homínido de Darwin.