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Pide arzobispo a Segob actuar contra falso sacerdote poblano

  • Jaime Zambrano
Encabezó al menos una primera comunión y bautizó a un menor de edad en la colonia Héroes 5 Mayo
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El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, llamó a la Secretaría de Gobernación (Segob) federal implementar las acciones correspondientes para evitar que Ramón González Martínez, siga usurpando funciones haciéndose pasar por sacerdote sin contar con la documentación de la arquidiócesis de Puebla, ni de ninguna congregación religiosa.

Ante el caso del falso sacerdote que se hacía llamar “Padre Moncho” y quien encabezó al menos, una primera comunión y bautizó a un menor de edad en la capilla de Nuestra Señora de Juquila, ubicada en la colonia Héroes 5 Mayo, al sur de la capital del estado, pidió a la población no dejarse engañar y confió en que las autoridades tomen cartas en el asunto.

En entrevista tras la bendición del estudio de grabación de la Casa de la Familia Juan Pablo IISánchez Espinosa comentó que hasta el momento no tiene información de que el falso sacerdote ya haya sido detenido por las autoridades.

“Ya lo hemos denunciado ante las autoridades, espero en Dios que ellos tomen cartas en el asunto. A los fieles, los invito a que no se dejen engañar porque no es sacerdote. No es que no tenga licencias ministeriales, no puede tenerlas porque no es sacerdote. Parece que no, entiendo que no ha sido localizado”, comentó.

Comentó que la capilla de Nuestra Señora de Juquila continúa cerrada ante las diferencias que se presentaron entre fieles luego de que se descubrió el engaño de González Martínez.

“La capilla sigue cerrada porque hay un grupito que lo apoya pero, ojalá ellos, se den cuenta de que no es sacerdote porque los está estafando. Ya lo pusimos en manos de la Secretaría de Gobernación, en Asuntos Religiosos y vamos a ver qué hacen porque está usurpando funciones”, comentó.

Según fieles católicos del sur de la ciudad, el falso sacerdote llegó a la comunidad haciéndose pasar por integrante de la congregación “escolapia” y tomó posesión del templo donde encabezaba misas.

Por misa, el sacerdote falso cobraba 300 pesos por celebraciones de acción de gracias y 700 pesos por bautizar a menores de edad. De forma adicional, extendía documentos para acreditar diversos servicios religiosos.

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