Actor, director, creador escénico, catedrático, promotor y productor son las facetas que lleva en su ser el poblano Ángel Cerlo, quien en este 2016 está cumpliendo 30 años de impecable trayectoria basada en pasión, talento, entrega escénica, Realizó sus primeros estudios escénicos en el Instituto de Teatro de Puebla, de 1984 a 1986. Es durante ese tiempo de estudio, cuando en el año 1985 comienza su carrera como profesional en la Compañía de Teatro Clásico de Puebla en donde dio vida a Yago en Otelo de William Shakespeare y a Frondoso en Fuenteovejuna de Lope de Vega.

En 1986 ingresó a la Compañía de Teatro Hermanos Soler, también en Puebla y en la que estuvo durante cinco años. Participó en las obras Los Cómplices de Antonio Monsell, dando vida a Carlos; Cuando las aves se acercan al sol, del dramaturgo atlixquense Ricardo Pérez Quitt, personificando a Melo; El juego que todos jugamos de Alejandro Jodorowsky; Los ojos del hombre de John Hebert, dando vida a Reyna y El primero de Israel Horovitz, interpretando a Gonzalo.

A la par de estar en dicha compañía, en 1988 y 1989 viajó a la ciudad de México para ingresar al estudio Dimitrio Sarrás, en donde hizo su especialidad histriónica basada en el Método del Actors Studio de Nueva York.

Desde 2012 fue seleccionado para participar en el Taller Internacional de Actores Profesionales en el estudio del maestro Juan Carlos Corazza, en la ciudad de Madrid, España, en donde participa anualmente en talleres de especialización actoral.

En 1992 decide establecer su residencia en la capital de la república, en la que ha desarrollado una importante labor, no solo como actor, sino también como adaptador, director y productor, destacando en los siguientes montajes:  El Coleccionista de John Fowles. Dicha obra, adaptada y dirigida por él mismo, recibió el premio en la categoría Mejor Obra en la Muestra Nacional de Teatro en el año 1991. Realizaron una temporada de 400 representaciones.

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