La unidad canina de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) obtuvo la certificación que otorga la Asociación Táctica de Operadores Latinoamericanos (A.T.O.L.A), por alto desempeño operativo de los binomios caninos en el rastreo de narcóticos y explosivos, así como en tareas de guardia y protección.

El total de los binomios recibió dicha acreditación, lo cual posiciona a Puebla como una de las ciudades del país cuya unidad canina de policía es de las más grandes y con mayor número de canes y manejadores certificados por su desempeño.

La evaluación estuvo a cargo del Master Instructor K-9 internacional, Javier Juárez Espinoza -representante de A.T.O.L.A- organización que se da a la tarea  de contactar los mejores Instructores Tácticos a Nivel Internacional para crear grupos experimentados y comprometidos con la excelencia, con el respaldo de países como Colombia, Ecuador, Panamá, Argentina y México, entre otros.

La certificación es resultado de tres etapas de evaluación a labores de guardia y protección, rastreo de explosivos y búsqueda de narcóticos, las cuales se llevaron a cabo en escenarios apegados a la realidad para verificar que el ejemplar canino, entre otras acciones, detecte sustancias como TNT, PRDX, pentrita, pólvora, marihuana, cocaína, heroína y drogas sintéticas.

En ese sentido, cabe subrayar que A.T.O.L.A no trabaja con material real ya que en todo momento se procura el bienestar del animal, por lo que una parte de la valoración también consiste en dar fe de que las instituciones policiales empleen en sus entrenamientos seudoaromas y no sustancias reales.

En la presente administración, que encabeza el alcalde Tony Gali, se renovó y fortaleció la unidad canina de la SSPTM para tareas de prevención y reacción en distintos operativos como protección ciudadana, alcoholímetro y patrullajes en unidades habitacionales, juntas auxiliares y colonias de toda la capital.

Lo anterior ha redituado importantes resultados como el aseguramiento de armas, cartuchos y objetos prohibidos, pero principalmente en el incremento de más del 320 por ciento en remisiones al Ministerio Público Federal por delitos contra la salud, con relación al año anterior.