Pobladores de Magdalena Panoaya, poblado ubicado dentro del municipio de Texcoco, Estado de México, reportaron el descubrimiento de extrañas formas en los campos de cebada, aledaños a la zona del kilómetro 20 de la carretera Lechería-Texcoco.

De acuerdo con el testimonio de algunos pobladores, la noche anterior al descubrimiento se observó un gran luz cruzar el cielo y al día siguiente aparecieron las figuras en el sembradío.

Debido al alto número de visitantes que acudieron al lugar de los hechos, el sitio fue rodeado por elementos de la policía federal y municipal, quienes resguardaron la zona de futuras intrusiones. 

Poco después se confirmó a través de medios locales que el dueño del rancho donde se ubicaban los sembradíos decidió destruir las figuras debido a la presión constante que implicaba la visita de desconocidos.