• Sociedad

Un turco “enjaula” su cabeza para dejar de fumar

  • Yazmin Evia y Rolando Lino
Dispositivo anti-tabaco
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El turco İbrahim Yücel ha fumado dos cajetillas de cigarros al día durante 26 años. Ahora está tratando ponerle fin a su nocivo hábito, colocando en su cabeza una jaula que él mismo ha diseñado. La peculiar jaula le está dando fama internacional; pero provoca burlas de sus vecinos, amigos y compañeros del trabajo. Sin embargo, İbrahim no está dispuesto a morir a causa del tabaquismo –como le ocurrió a su padre- y todos los días antes de salir de su hogar, entrega a su esposa la llave de su hoy famosa “jaula anti-cigarro”.

El Sr. Yücel –de 46 años- dice que lleva mucho tiempo intentado dejar el hábito de fumar, pero  siempre ha vuelto a la costumbre a pesar de sus esfuerzos. Por eso ya no confía en su frágil voluntad: todos los días siente un gran deseo de encender un cigarro. Asegura que desde los 16 años no ha pasado un día sin fumar; y por eso ya no confía en sí mismo.

Su padre murió de cáncer de pulmón causado por el hábito de fumar, hace unos años. Su ejemplo le ha servido para comprender lo nocivo de fumar dos cajetillas diariamente. Sus tres hijos al principio le advirtieron que su jaula era ridícula, y su mujer se negaba a enjaular su cabeza. Sin embargo decidieron apoyarlo, esperando que por fin se libre del tabaco y sus consecuencias.

El Sr. Yücel asegura que no puede resistir la tentación de fumar, sobre todo cuando está solo. Así que si no se encuentra nadie en su hogar, prefiere que se lleven las llaves de su jaula anti-cigarro. “Cada cumpleaños deseaba dejar de fumar; desafortunadamente no he podido detenerme”, admitió Yücel.

“Trató muchas veces de dejar de fumar: cada Navidad, aniversario de boda, cumpleaños de los niños, pero nunca lo logró; aunque reconozco que solo fuma y no bebe”, comenta su esposa Kawthar Yücel. Llevan 16 años de matrimonio, y aún cuando ella ha sido fumadora pasiva todo ese tiempo, no extraña para nada el cigarrillo de su esposo.

Él dice que se inspiró para construir la jaula, observando cascos para motociclistas. La jaula está hecha de alambre de cobre. Originalmente acudió con algunos herreros, pero no logró que ninguno se la fabricara. Por eso él mismo la ensamblo y soldó. “Utilicé 40 metros de alambre de cobre. La diseñé durante un mes, pero no fue fácil construirla”, explicó Yücel.

El Sr. Yücel ha dicho que no pretende patentar el invento, pero tampoco se resistiría a ayudar a otros que lo necesiten. Lo que falta, es ver si la jaula anti-cigarro logra que el Yücel no vuelva a encender un cigarrillo.

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