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Curas sufren inseguridad igual que ciudadanos: Sánchez Espinoza
El sacerdote del templo Divino Salvador, de Cachapa, en Amozoc, Gonzalo Parra, quien fue golpeado por asaltantes para quitarle su automóvil March, color plata, modelo 2015, con placas UAS-5426 del estado de Puebla, se está recuperando.
Tras encabezar la misa dominical en la catedral de Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa resaltó que después de que el pasado martes por la noche, el sacerdote se convirtió en una víctima de delincuencia, se presentó la denuncia de hechos en Tepeaca con el objetivo de que se realicen las investigaciones correspondientes.
En entrevista, Sánchez Espinoza explicó que los sacerdotes están enfrentando los problemas que aquejan a la sociedad como la delincuencia.
“Él está mal, lo están atendiendo y poco a poquito se va controlando pero sí es una impresión muy fuerte, pero es parte de lo que estamos viviendo. Ya se hizo la denuncia en Tepeaca”, comentó
El arzobispo descartó que los sacerdotes refuercen su seguridad personal, sin embargo, dijo que se revisarán las medidas de protección de los templos.
“Seguridad personal, de suyo, no la tenemos. Tenemos más bien que estar atentos, cuidándonos y reforzando la seguridad de los templos, de los fieles y, entre ellos, estamos nosotros”, comentó.
La agresión al sacerdote de Amozoc se presenta después de que a mediados del mes pasado, el párroco de Cuyoaco, Erasto Pliego de Jesús, fue asesinado. Fue el sábado 14 de noviembre cuando pobladores de Cuyoaco, municipio ubicado a una hora y media de la capital del estado, revelaron que desconocían el paradero del sacerdote. Algunos parroquianos explicaron que un día antes se le había visto a bordo de su camioneta Chevrolet Trax 2015, de color blanco y con placas UAB-6890. El martes 17 de noviembre se informó a la arquidiócesis del hallazgo de un cuerpo que fue identificado como el del sacerdote de Cuyoaco.