Al sufrir una etapa de depresión, un interno del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Atlixco se suicidó la madrugada de este domingo, luego que durante el transcurso del sábado tuviera un intento fallido de quitarse la vida.

El recluso de 35 años de edad –cuyo nombre no fue revelado- se encontraba acusado del delito de robo agravado.

De acuerdo con fuentes policiales, ayer alrededor del mediodía el hoy occiso intentó suicidarse haciéndose cortadas en el cuello y en uno de los brazos.

El personal del Cereso se percató de ello e inmediatamente intervino para evitar que lograra su objetivo. El médico del lugar atendió sus heridas y determinó que éstas no ponían en riesgo su vida. Asimismo, el área de psicología se encargó de él para brindarle orientación.

Como parte de los protocolos que se siguen en estos casos, las autoridades del penal lo aislaron del resto de la población y lo pasaron a otra área para mantenerlo en observación.

Horas después, y a pesar de que ya mostraba una mejoría, el prisionero decidió ponerle fin a sus días. 

Consiguió con sus compañeros un cinturón hechizo y, minutos después de la medianoche, se metió a bañar.

Después de un buen rato, los demás internos se percataron que no salía y le avisaron al custodio que estaba de guardia. Es así como éste acudió a buscarlo al baño y lo encontró suspendido de un tubo.

Las autoridades del Cereso fueron alertadas de lo ocurrido y una vez que confirmaron el deceso pidieron la intervención del Ministerio Público de Atlixco para que se hiciera cargo del levantamiento del cadáver.