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Regresiva, la unificación de las zonas salariales: Ibero Puebla
De acuerdo a la publicación del Diario Oficial de la Federación del 30 de septiembre del presente año, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) determinó aumentar el salario mínimo de la Zona B de $68.28 a $70.10, esto como fase final del proceso de convergencia de los sueldos mínimos de las áreas geográficas A y B llegando así a un sólo salario mínimo para todo el país.
Por lo anterior, el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla dio a conocer cuatro puntos que exponen lo regresiva que puede ser para la economía familiar y del país esta medida emprendida por el Estado. El Mtro. Miguel López López, coordinador de la Licenciatura en Economía y Finanzas y miembro del Observatorio señaló que el incremento que recibirá la zona B será tan sólo del 2.66% con respecto a 2015.
Asimismo, el académico de la IBERO Puebla destacó que en primera instancia, el poder adquisitivo debe medirse con base a un índice de costo de vida y no mediante el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), pues éste no captura lo que sucede a la canasta alimentaria y no alimentaria básica de las familias. “Si se toma en cuenta una canasta simple de consumo compuesta por un kilo de tortilla, arroz y azúcar, en 2013 un trabajador con salario mínimo podía adquirir 1.73 canastas, hoy sólo alcanza 1.60 de las mismas, es decir, el consumo de estos bienes se ha reducido en un 8.12% en sólo dos años”.
Un segundo error que enlista el Mtro. López López, es el hecho de no haber considerado que un salario mínimo homologado a nivel nacional, no considera diferenciales regionales. “En Puebla, para el 2015, el promedio de kilo de carne de res es de $135.50, mientras que en Ciudad Juárez es de $119.83; con el mismo salario un trabajador del norte podría adquirir alrededor de 600 gramos, mientras que un poblano sólo 517 gramos”.
En un tercer rubro, el miembro del Observatorio de Salarios puntualizó que esta homologación instituida por la CONASAMI únicamente responde a las exigencias de grupos económicos nacionales e internacionales y aseveró que es sabido que estos, vinculados al sector exportador y especulativo, fueron los impulsores de esta acción. “Con esta medida lo único que garantizan es que la población en situación de pobreza, lo siga siendo, considerando que el salario mínimo sigue por debajo del umbral que marca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)”.
Finalmente, en un cuarto inciso el Mtro. Miguel López evidenció que el verdadero problema de los salarios en la economía mexicana está directamente relacionado con la mala distribución de la riqueza y los mínimos de niveles de vida que ésta padece. Es por ello que en la política de contención salarial, estos representan en su conjunto el 25% versus el 75% del capital. “Mientras permanezca esta política de contención salarial, México conservará su desigualdad y también su tendencia a incrementar el número de personas en pobreza”, concluyó.
Por su parte, el Mtro. Miguel Calderón Chelius, coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública, comentó que los precios de la mayor parte de los productos se han ido homologando a los precios internacionales; nos comparamos con otros países, pero de los que tienen los salarios más bajos. Por ello mencionó “que en México se ha generado un proceso en el que su principal producto de exportación es la mano de obra, por lo que la migración sigue siendo un flujo constante hacia los estados Unidos”.
“Existe gran diferencia entre el salario mínimo de México y Estados Unidos, en nuestro país se necesitan casi dos días para igualar lo que un trabajador gana por hora en USA, es por ello que el salario mínimo debería garantizar las condiciones de vida de una familia; cubrir aspectos de educación, cultura, alimentación, transporte, vivienda y esparcimiento”, comentó el Mtro. Calderón Chelius.
En conclusión, el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla se pronunció porque el Gobierno Federal impulse de forma contundente una política de recuperación salarial responsable, para de esta forma iniciar una ruta de estabilización de salarios mínimos.