La Procuraduría General de Justicia de Puebla (PGJ) confirmó que Alan Emmanuel Aparicio Pérez, alias “El Halcón”, acusado de cometer un triple homicidio, era menor de edad cuando participó en estos hechos.

Mediante un comunicado, la dependencia también informó que logró acreditar, ante el juez penal, la participación de quienes privaron de la vida a las tres mujeres.

“A través de la averiguación previa 12/2012/AEHOM, la PGJ sustentó los elementos de prueba que derivaron en que el Juez Noveno Penal, dictara una sentencia de 50 años de prisión en contra de María del Socorro Pardo Cruz. Lo anterior dentro del proceso penal 49/2012”, refirió en el boletín.

La PGJ aseguró que durante el proceso judicial, la defensa de “El Halcón” presentó un acta de nacimiento para acreditar que faltaban seis días para cumplir la mayoría de edad cuando presuntamente asesinó a su pareja sentimental y a sus dos pequeñas hijas.

Es por esa razón que el juez penal turnó el caso a las autoridades encargadas de llevar los procesos penales de los adolescentes.

La PGJ no dio más detalles ni tampoco precisó cuándo fue trasladado el indiciado al Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA), toda vez que estuvo internado en el Cereso de San Miguel, que es un reclusorio para adultos.

Ayer este medio dio a conocer que durante un año “El Halcón” estuvo encerrado en esa prisión enfrentando su proceso como adulto. Asimismo, poco antes de recibir su sentencia, las autoridades se percataron que había un error en la edad que tenía cuando privó de la vida a las tres mujeres, lo cual fue omitido por la PGJ durante la investigación.

“El Halcón” fue detenido en febrero del año pasado, junto con María del Socorro Pardo Cruz, alias “La Güera”, Salomón Chacón Gómez, alias “El Chino” y otros tres individuos, mismos que fueron arraigados por su probable responsabilidad en el homicidio de una madre de familia y sus dos menores hijas.

Se trata de una banda de guardias de seguridad privada, contratados por vecinos de la unidad habitacional Agua Santa para la vigilancia del lugar, pero no pertenecían a ninguna empresa dedicada a prestar estos servicios.

El grupo criminal presuntamente cometía los asesinatos como una forma de reconocimiento entre sus miembros. De hecho, éstos llegaron a videograbar algunos crímenes para posteriormente mostrarlos a sus compañeros de confianza, ya que para ellos significaba una suerte de trofeo.

Luego de presumir entre sus conocidos el video del asesinato de las tres mujeres, en el que el victimario portaba vestimenta negra y una máscara de calavera, las autoridades fueron alertadas y se iniciaron las investigaciones en el mes de febrero de 2012.

Las indagatorias se complicaron porque no existía una denuncia previa sobre la desaparición de Irma Flores Romero, de 26 años de edad, y sus pequeñas hijas Brisa y Abril, de 6 y 4 años de edad respectivamente, pues sus familiares pensaron que la primera se había ido a vivir con su pareja sentimental llevándose a las menores.

Luego de ser ubicado y detenido, “El Halcón” confesó haber cometido los asesinatos. Para ello, dijo, copió la manera de disfrazarse de una película y utilizó un arma punzocortante —unas tijeras con puntas curvas en forma de hoz— para degollar a las tres mujeres, toda vez que no contaba con arma de fuego para matarlas más rápido.

En los interrogatorios, “El Halcón” relató que tenía dos parejas sentimentales: la hoy occisa y la hermana de “El Chino”, lo cual le causó un conflicto con ellas y decidió matar a Irma Flores.

Presuntamente, en julio de 2011, este sujeto se llevó, mediante engaños, a Irma hasta el paraje de Tecali de Herrera donde en febrero de 2012 se encontraron sus restos, en una zona de difícil acceso, pues le propuso ir de día de campo y por ello la mujer se llevó a las niñas.

Este sujeto también declaró que no es adicto al alcohol o alguna droga, pero el día del homicidio “no supo lo que le pasó”, que fue el orgullo y que no quería quedar mal ante sus compañeros, pues era “El Halcón” y ése era su trabajo.

Cabe mencionar que este individuo imitaba el comportamiento y las actitudes de José de Jesús Lima Pérez, alias “El Lobo”, presunto líder del grupo, quien también fue detenido por participar en otro homicidio.

“El Lobo” era considerado un Dios y un ídolo para “El Halcón”, por lo que éste trataba de imitarlo en su forma de hablar, de vestir, en el corte de cabello e incluso se hizo el mismo tatuaje que él tenía en la misma parte del cuerpo.

“El lobo” entrenaba a sus “seguidores” induciéndolos a creer que ser guardia de seguridad privada era lo máximo, ya que podían detener a quien quisieran porque su labor les daba mucho poder.

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