El factor PSI y las candidaturas comunes
- Ricardo Morales
El factor PSI y las candidaturas comunes. A prácticamente una semana para que iniciará la campaña recién concluida, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, emitió un falló ordenándole al Instituto Electoral del Estado, le entregara su solicitud de registro como partido político estatal al partido, Pacto Social de Integración, por sus siglas PSI.
Esa determinación, que en su momento se interpretó como un apoyo hacia un partido de corte marinista, en realidad tuvo una implicación política muy importante, pero para el morenovallismo.
Y es que el PSI fue el partido que se amoldo perfectamente al esquema de candidaturas comunes, un aspecto que paso desapercibido en la reforma electoral aprobada en el 2011 y que fue clave para que Puebla Unida obtuviera más triunfos en presidencias municipales y diputaciones.
Carlos Navarro, el dirigente del PSI no solo tuvo acceso a prerrogativas por arte del IEE sino también, puso la estructura de su partido a disposición del morenovallismo, lo cual reditúo en un muy lucrativo acuerdo para ambas partes.
Gracias al PSI Puebla Unida obtuvo triunfos electorales en cinco distritos en donde sin la figura de las candidaturas comunes, la coalición 5 de mayo hubiera obtenido triunfos apretados, pero triunfos. Veamos
En el distrito 2 con cabecera en Huauchinango, el PRI y su candidato, Carlos Villalbazo hubiera obtenido el triunfo el pasado domingo de acuerdo al PREP con un total de 32 mil 339 votos, por 32 252 que obtuvo el candidato triunfador de Puebla Unida, el expriista, Carlos Martínez Amador, la diferencia las hicieron los 3 mil 275 votos que el PSI le dio al sobrino de Alberto Amador Leal, con lo cual derrotaron al nieto de los Jiménez Morales.
Una situación similar ocurrió en el distrito 3 con cabecera en Zacatlán, en donde la candidata del PRI, Esperanza Martínez obtuvo 39 mil 124 votos, por 38 mil 835 que obtuvo la candidata de Puebla Unida, Mariela Maldonado, solo que el PSI le aportó a la abanderada de la coalición oficial 3 mil 471 votos, que fueron la diferencia.
También el distrito 5 con cabecera en Tlatlauqitepec sufrió el mismo efecto, el PRI y su candidato Malco Ramírez Martínez, hubieran obtenido el triunfo por 64 votos, sobre el candidato de la coalición Puebla Unida, Omar Pozos, solo que a Pozos se le sumaron 10 mil 721 votos aportados por Convergencia y 5 mil 482 que le otorgó el PSI, para obtener finalmente en el computo una holgada victoria.
Otro que sintió los efectos del PSI y de las candidaturas comunes, fue el candidato a diputado del PRI por san Pedro Cholula, Eduardo Zacatelco Quintero, quien habría derrotado sin esta figura a la expriista, Sara María Chilaca solo que Sarita además de los 28 mil votos que recibió como candidata de Puebla Unida, sumó también los 2 mil 797 de Convergencia y los 3 mil 640 que le dio el PSI, para obtener en total 34 mil 909 sufragios.
El priista Víctor Giorgana padece hoy también y su diputación esta en la tablita debido a las candidaturas comunes en el distrito 16, en donde su oponente Julián Rendón obtuvo con Puebla Unida 22 mil 363 votos, faltando 4 casillas por computarse. La elección se cierra cuando el abanderado oficial recibe 1033 votos otorgados por Convergencia y 609 del PSI, lo cual le da ventaja al exfuncionario de Blanca Alcalá de solo 15 puntos.
El distrito 23 con cabecera en Acatlán de Osorio registro a otra damnificada del PSI y de las candidaturas comunes, la dirigente de la liga de comunidades agrarias Maritza Marín Marcelo le hubiera ganado al candidata de la coalición Puebla Unida, sino hubiera sido por los 803 votos que el PSI le abonó a la causa morenovallista para que obtuvieran la victoria.
Dicen que el hubiera es el verbo de los tontos y tiene mucho razón, quienes lo afirman, porque el hubiera no existe, en su momento, advertí en este mismo espacio sobre el riesgo que corría el PRI al haber aceptado dentro de la reforma electoral, las candidaturas comunes, situación que les paso de largo a los miembros de este partido y a su dirigencia.
El PRI fue arrasado el pasado domingo electoralmente, pero su derrota se fue escribiendo conforme aprobaron una reforma electoral, que los dejaba en total estado de indefensión, con diputados abyectos u una dirigencia postrada ante intereses que no correspondían a este partido político.
También es culpa del comité ejecutivo nacional del PRI, que dejó a la deriva al priismo poblano después de la derrota electoral del 2010.
La reforma electoral, la redistritación, las candidaturas comunes, la renovación de los órganos electorales, todo fue avalado por el PRI en su momento.
Ironías de la vida, el expresidente de la junta de gobierno del Congreso local y coordinador de los diputados del PRI en ese tiempo, Edgar Salomón Escorza, fue victima de lo que el mismo avaló, sin candidaturas comunes, Salomón habría ganado con san Martín Texmelucan al candidato de Puebla Unida, pero al avalar esta figura cabo su propia tumba, en su elección Rafael Núñez el ganador de la contienda, sumó los votos del PT y el PSI para obtener el triunfo, en el pecado llevó la penitencia.
Para concluir con el tema del PSI, la “revelación electoral” de este proceso se agenció entre otros triunfos en los municipios de Acateno y Palmar de Bravo y ayudó a la debacle el tricolor en Zacatlán y san Martin Texmelucan, considerados como dos bastiones del tricolor.
Los priistas en el pecado, llevaron la penitencia.
laserpientesyescaleras@hotmail.com
Ricardo Morales Sánchez
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Director de Información de Intolerancia Diario, reportero desde hace más de 10 años de la fuente política, licenciado en Periodismo y Comunicación por la Universidad Madero.
Ha trabajado para Grupo ACIR Puebla, La Opinión Diario de la Mañana y como Corresponsal de Notimex y Grupo Radio Mil. Actualmente conduce en la 1010 AM, el programa Clase Política.