• Cultura

"El Eco" de Tatiana Huezo explora la infancia y resistencia rural de Puebla

  • Lizzette Vela
En el documental se revela la vida de una comunidad rural en Puebla, México, capturando la fragilidad y resistencia de sus habitantes ante los desafíos ambientales y sociales
.

En su más reciente documental, ‘El Eco’, Tatiana Huezo retrata la vida en un pequeño pueblo rural de Chignahuapan, en Puebla, México, donde la infancia y la resistencia se entrelazan en medio de la adversidad. A través de los ojos de los niños, Huezo explora la fragilidad de una comunidad que lucha por sobrevivir en un mundo al borde de la desaparición. Con su estilo característico, la directora salvadoreña-mexicana nos ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana en El Eco, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, pero donde los desafíos modernos están cada vez más presentes.

Huezo se inspiró en la vida rural y las dificultades que enfrentan los niños que crecen en estas comunidades. "Quería capturar ese momento fugaz de la infancia", comenta la directora. "En el campo, los niños se ven obligados a madurar rápidamente debido a las circunstancias difíciles en las que viven". Con la ayuda del Consejo Nacional de Fomento Educativo, Huezo recorrió numerosos pueblos en busca del escenario perfecto para su documental hasta que encontró El Eco, un lugar que, según ella, "empezó a hablarle" desde el momento en que llegó.

El documental presenta a Luzma, una niña que cuida ovejas y actúa como tutora de otros niños menores, mientras los maestros observan. La película captura cómo los niños en El Eco enfrentan la muerte, el trabajo y el amor en un ambiente donde el invierno y la sequía son constantes. Huezo utiliza la historia de Sarai, una niña que habla sobre la extinción de los mamuts al principio del documental, como una metáfora para la vida en El Eco. "Es una forma de vida muy frágil que está en peligro", señala Huezo, refiriéndose a cómo la violencia, la migración y el extractivismo afectan a esta comunidad.

La directora y su equipo se enfocaron en capturar la esencia del pueblo, filmando únicamente dentro de sus límites. "Queríamos potenciar la sensación de aislamiento y vulnerabilidad", explica Huezo. A lo largo de cuatro años, Huezo vivió en El Eco, integrándose en la comunidad, compartiendo sus comidas, participando en la vida diaria y experimentando los cambios estacionales que transforman el paisaje del pueblo. Esta cercanía e intimidad se refleja en el documental, que ha sido galardonado en los festivales de Morelia y Berlín.

*El Eco’ es un documental sobre un pequeño pueblo rural; es una exploración de la resiliencia humana frente a la adversidad. A través de esta obra, Huezo busca recordar a la audiencia la importancia de preservar estas formas de vida y reflexionar sobre el impacto del cambio climático y las amenazas externas en la comunidad de Chignahuapan. "Es una película que tiene mucha luz, fuerza y luminosidad", concluye Huezo. "Retrata la intimidad de una gente con una fuerza extraordinaria que trabaja desde muchos frentes para que la vida florezca".

Con su estreno en la cartelera nacional desde el 29 de agosto, ‘El Eco’ invita a los espectadores a sumergirse en una narrativa poética y visualmente impactante que ofrece tanto una advertencia como un homenaje a la vida en su forma más pura y resiliente. (LV) 

Tags: 

Comentarios de Facebook: