De López a López
- Víctor Reynoso
En varias ocasiones, en sus libros y declaraciones, el presidente López Obrador ha señalado que los grandes males en nuestro país empezaron en 1982. Por eso no extraña que haya coincidencias entre su gobierno y el último anterior a esa fecha, el de López Portillo. Las coincidencias van más allá de lo esperado.
No recuerdo otro fin de sexenio en el que el presidente que se va se mantenga tan activo, y tomando decisiones trascendentes, como en los dos mencionados. Lo normal es que el presidente en funciones le ceda el lugar al presidente electo.
López Portillo nacionalizó la banca sin consultar a nadie, ni siquiera a su sucesor. Sin partir de algún diagnóstico, propuesta o discusión previa. López Obrador sí anunció su “Plan C” hace unos meses. Pero al parecer también sin diagnósticos claros que hagan viables sus propuestas. Por ejemplo, la reforma al Poder Judicial. ¿Cuáles son las causas de la corrupción que se pretende combatir? ¿Están generalizadas en todo el Poder Judicial, o concentradas en algunos casos, como los jueces locales? ¿Qué opina la gente que sabe sobre las propuestas de solución?
Lo que se pretende hacer con el poder judicial no parece ser una política pública (que implica definir el problema que se quiere resolver, identificar sus causas con precisión, incorporar la participación de la sociedad involucrada) sino una ocurrencia. Similar a la nacionalización de la banca.
Otra cuestión común, el protagonismo de ambos mandatarios. López Portillo gustaba hacer públicas fotos suyas haciendo ejercicio, con el torso descubierto. López Obrador ha mantenido una práctica única en cualquier gobernante, en México y en el resto del mundo: conferencias de prensa diarias.
Ya pasando a lo institucional, tenemos que este sexenio pretende dejar un entramado similar al anterior a 1982: congresos con mayoría calificada del partido gobernante, ausencia de organismos autónomos, culto al poder presidencial.
Para algunos el regreso a esas cuestiones será un progreso: el fin de lo que ellos llaman el neoliberalismo. Hay que señalar de cualquier manera que no será una novedad, sino un regreso a lo ya vivido.
Opinion para Interiores:
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El profesor universitario en la Universidad de las Américas - Puebla. Es licenciado en sociología por la UNAM y doctor en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México.