Hombres de respeto…

  • Juan de Dios Andrade
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Los tiempos se están cumpliendo y llegó la hora de que los panistas decidan de la mano de quién irán en pos de su futuro. Los maderistas desean, mediante encuestas, un desenlace con indecisos (entre 14 y 15%) que pasen al abstencionismo y que el candidato rebase por 10 puntos a su competidor. Tan fuerte ha sido el manoseo de los resultados que, al menos en una de las encuestas, no coincidía la diferencia a favor de Madero que afirmaba el cuerpo de la nota con lo que indicaba el gráfico de la misma…

La dupla CorderOliva también dio a conocer su propia encuesta, reflejando 51.5% para ella y 48.5% para Madero. ¿Quién tiene la razón? No pueden ser ciertas ambas a la vez porque la discrepancia es mucha. Lo que siembra la duda es que la campaña de Madero no ha sido brillante y no ha hecho algo que lo consolide como puntero…

Los panistas tienen la última palabra, pero quizá parte de la respuesta esté en las palabras de Marko Cortés, coordinador de campaña de Madero: “Se gana por un voto y recordaremos cómo Felipe Calderón defendió su triunfo por menos de un punto porcentual, pero nosotros vamos a ganar por un buen margen y una gran cantidad de votos que van a legitimar por mucho el triunfo de Gustavo Madero”. Es curioso que lo diga mientras sostiene que lograrán 2/3 de los votos. ¿Por qué hace referencia a la elección de 2006, cuando Felipe Calderón ganó con ventaja mínima? Si piensan ganar por un margen tan amplio, resultaba innecesaria la referencia a 2006, a menos que sí esté muy cerrada la lucha…

A menor participación, Madero ganaría con mayor margen. Pero a la inversa, podría darse un resultado cerrado y ahí CorderOliva se posiciona con ventaja…

Esa es la única certeza que arrojan las encuestas: dependiendo de la participación será un resultado u otro. Madero queda en la posición más incómoda porque depende de que los panistas se queden en casa o en cualquier parte, pero no en las urnas. Sin embargo, una cosa es que la mayoría desee un cambio y otra el voto efectivo. Se gana con votos y no con buenas intenciones. Es aquí donde tiene lugar el forcejeo final…

Entre la certeza y la incertidumbre…”

Estratégicamente están terminando como empezaron: Madero aferrado a convencer que ya ganó, que el resultado está decidido, y Cordero apostado por la incertidumbre del empate y cierta ventaja a su favor, para generar la mayor participación posible. En cierta ocasión Pier-Luigi Zampetti me dijo que la incertidumbre invita a participar…

Los mensajes son directos. Madero dice: “ya gané, es inútil venir a votar, sobre todo contra mí, el futuro está decidido y luego te informaremos cómo será”. El mensaje de CorderOliva es: “salgan a votar porque entonces sí no va a cargar la ‘huesuda’ y no vamos a incidir en nuestro futuro”…

Hay que revisar las encuestas para ubicar la participación, la abstención estimada y los indecisos. Para que gane Madero tienen que desgajar entre 14 y 15% de la participación e inhibir el voto para CorderOliva. Esto explica la entrada en escena de Margarita Zavala: lograr que los indecisos voten por Cordero. El 24% de los que ya decidieron estaría dispuesto a cambiar y de ser así, la mayoría lo haría a favor de CorderOliva…

Varela y Asociados registró a Madero con 51.6% y a Cordero con 48.4% (levantada del 9 al 12 de mayo). Son 2.7 de diferencia…

“La otra cara de los pactos de poder…”

En otro plano, relacionado con lo anterior, se desarrolla la lucha por el poder local. Lo uno depende de lo otro, generando más tensión de lo esperado porque el escenario se ha tornado altamente complejo y Peña Nieto busca evitar que don Máximo pueda formar una coalición o una alianza partidista rumbo al 2018. Don Máximo tiene depositada su confianza en Martha Erika y en Cabalán Macari para la realización de su proyecto presidencial y consolidar su poder local…

Junto con la elección del PAN el domingo, se decidirá quién irá por la gubernatura en 2018: Martha Erika o Fernando Manzanilla. Esta es la razón de que don Máximo apostase todo a Madero y desechase la idea de un acuerdo. Cuando en un juego de “suma cero” queda de un lado una persona capaz y del otro alguien que no da el ancho, es fácil juzgar y decidir, pero no es el caso.

Ambos son muy inteligentes y capaces. Fernando tiene un amplio margen de negociación y consenso, y si el duelo panista estuviese empatado, significaría que logró poder en jaque a don Máximo. Martha Erika posee un carácter fuerte y decidido, siempre sabes hacia dónde va y es brillante, tanto que junto a su nombre el DIF debe escribirse “dif” porque le queda chiquito. Son dos mentes formidables, dos corazones y dos mundos en ruta de colisión…

El grupo original de don Máximo nunca debió fracturarse. Uno habría ido después del otro, pero así están las cosas y los panistas deben escoger. Al margen de quién gane, para muchos de ellos el resultado será agridulce…

El domingo también se resolverá la mini-gubernatura. Con Madero, Cabalán tendrá asegurado el cargo. De lo contrario, Gali podría entrarle o alguien más, estando en otro plano el conflicto entre Eukid Castañón y Jorge Aguilar Chedraui. No se disputaban el Congreso, sino la alcaldía de transición. Vamos a ver si con la salida de Eukid de la diputación y alejado de la interna panista, logra el segundo replantear su proyecto…

Luis Maldonado juega desde otro ángulo. Sus acciones coinciden más con la idea de que el resultado podría ser cerrado y polarizado. La denuncia hecha por los corderistas contra don Máximo y Madero ante la FEPADE, le dan la razón. Es el hombre detrás de Eukid, quien se ha desgastado para permitirle articular el proyecto externo al PAN. La agudización del conflicto podría anular a Manzanilla y a Martha Erika, y él desea ser la “otra” opción. Con él en el PRD, don Máximo sellará un pacto con “Los Chuchos”, tendrá un operador que aglutine a los grupos liberales perredistas y que frene la estrategia rupturista de Peña Nieto…

Manzanilla ha cultivado buenas relaciones al interior del PRD y la llegada de Maldonado podría ser un punto de coincidencia o de confrontación, según sea el caso. De ser Manzanilla candidato a gobernador, el otro buscaría convencer a don Máximo como opción externa para retener la gubernatura…

El tema Maldonado es parte de lo que condujo al acuerdo entre Marco Adame y don Máximo. Adame vería mejor a alguien como Martha Erika para la gubernatura en 2018 y busca evitar una confrontación rupturista que podría anular tanto a ella como a Manzanilla. De ganar Madero, está abierto a la opción de que Martha Erika sea gobernadora, pero no Maldonado. El mensaje de Marco es claro: “todo proyecto personal yunquista es sacrificable con tal de evitar que la gubernatura quede en terceras manos” y tratándose del futuro de Martha Erika, don Máximo estuvo de acuerdo…

Si la elección está empatada, el Yunque podría convertirse en el Gran Elector. Al ceder don Máximo la visita de Madero lo interpretaron como debilidad, pero ¿estaría dispuesto a entregar la gubernatura? ¿Y los expedientes en su poder? En una negociación nacional, en la que Puebla sería sacrificable, ¿don Máximo pactaría con Cordero, Oliva y Manzanilla, para mermar las exigencias del Yunque y no perderlo todo? Vamos a ver…

Hasta entonces…

Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com

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Juan de Dios Andrade

Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos