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Suman 90 muertes por explosión de camión cisterna en Haití
Patrick Almonor, vicealcalde de Cap-Haitien, informó que la cifra de muertos por la explosión de un camión cisterna el martes pasado en Haití se elevó a 90, pero señaló que la cifra es parcial por la condición crítica de varios de los heridos que están hospitalizados.
El informe anterior, publicado el miércoles por las autoridades, reportó 75 muertos, así como 59 heridos, de los cuales 47 presentaron quemaduras graves y 12 quemaduras leves.
La hospitalización de las víctimas mayormente afectadas, se hizo aún más compleja por el hecho de que la única estructura médica para quemaduras graves en Haití, gestionada por Médicos sin Fronteras (MSF), se encuentra en la capital Puerto Príncipe, ubicada 200 kilómetros al sur.
Jean Gilbert Ndong, coordinador del servicio médico de MSF, explicó que enviaron un equipo de emergencia a Cap-Haitien para ayudar al personal del hospital local, pero la atención de estos pacientes tomará de tres a cuatro meses.
Una semana después de la tragedia, se celebrará un funeral de estado en la catedral de la ciudad, en donde solo se instalarán 25 ataúdes, pues la mayoría de las víctimas murieron instantáneamente y fueron enterradas en una fosa común.
La noche del 13 de diciembre el conductor de un camión cisterna trató de evitar un choque, pero perdió el control y volcó. Pese a las advertencias del conductor, residentes corrieron hacia el camión para juntar el combustible y este explotó.
La explosión es la tragedia más reciente que afecta a este país caribeño afectado por la pobreza, los desastres naturales, la violencia de las bandas criminales y la parálisis política. Ahora enfrenta una fuerte escasez de combustibles debido a que pandillas acaparan parte de la red de suministro.
Este año, las bandas criminales aumentaron considerablemente su dominio sobre Puerto Príncipe, pues controlan las carreteras que conducen a las tres terminales petroleras del país, donde han secuestrado más de una docena de vehículos de transporte de combustible para robarlo y además cobrar por la liberación de los conductores.