Agenda Educativa 2018-2024, Análisis y propuestas

  • María Teresa Galicia Cordero
Toda política educativa se construye y concretiza en el aula.

María Teresa Galicia Cordero

 

“Impulsar nuevos horizontes en este mundo con

las semillas de la esperanza; en una sociedad rota,

ante el poder enmascarado como servicio”

Fernando Fernández Font

 

Este viernes y sábado se llevaron a cabo dos jornadas muy interesantes y desde mi punto de vista, necesarias sobre el tema educativo.

El viernes se realizó el foro del Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas CEAMOPE, con el Análisis de la Agenda Educativa Nacional 2018-2024. Críticas y propuestas, el sábado un Conversatorio con Sylvia Schmelkes sobre Investigación y Calidad Educativa.

Ambos eventos llenos de reflexión, argumentación y crítica sobre la política del sistema educativo mexicano, las condiciones y situaciones que desde el punto de vista de los ponentes y los asistentes han existido y que parecen permanecer, así como las que se pretenden anular e implementar, dentro de un ambiente enrarecido donde lo que menos importa, y esto es muy personal, la educación de los niños y jóvenes.

María de Ibarrola y Sylvia Schmelkes presentaron las conferencias principales. La argumentación de  María de Ibarrola  se basó en  cuatro líneas principales : la situación actual del país; las cuestiones en disputa a través de un análisis somero del contenido de las reformas; una respuesta a una pregunta compleja: ¿para qué nos ha servido la educación? y la presentación de alternativas a las propuestas actuales en debate, concluyendo que existe una valoración poco precisa sobre lo implica escolarizar a las nuevas generaciones; la importancia fundamental de los docentes a quien no se le ha otorgado el papel  detonador de la trasformación en los hechos porque lo que hoy se disputa es el poder en el magisterio y no la profesionalización de los maestros;  la imposición de la obligatoriedad de los niveles educativos que ha logrado aumentar la precarización de la oferta educativa y la necesidad de formar o recuperar la sociedad educadora utilizando a los medios de comunicación entre algunas de las conclusiones vertidas.

Las preguntas generadoras en la mesa de análisis sobre educación básica, que condujeron la presentación de los investigadores invitados, se refirieron a los aspectos que se proyectan como característicos de la llamada 4T en este nivel y cuáles son sus puntos más polémicos; los aspectos de estas tendencias que podrían contribuir a la disminución de la brecha educativa, en qué programas se vislumbra una continuidad y que líneas y tendencias se abrirán como emergentes.

La conferencia de Sylvia Schmelkes se centró en cuatro grandes líneas argumentativas: el estado que guarda la educación en nuestro país, la llamada “Reforma Educativa” del 2013,  la nueva Agenda Educativa y las propuestas relacionadas con la gobernanza, cobertura, permanencia, calidad, equidad concluyendo que lo más importante es evitar las inercias: la que conduce a evitar a toda costa los conflictos para asegurar estabilidad política y por tanto conceder a intereses creados;  la que conduce a beneficiar más a quien más tiene o a quien más se hace escuchar y la que conduce a privilegiar lo que más reditúa políticamente.

Mis reflexiones personales tienen que ver con que se le sigue otorgando mucho peso a la educación y la educación no puede resolver por si sola lo que implica mejorar nuestra sociedad porque el bienestar social es multifactorial;  el debate sobre la educación actualmente está privilegiando ciertas posturas y voces, que no corresponden a los actores educativos principales como   lo son  los maestros dado que la CNTE no  representa a todos y los sindicatos no son los únicos que deben participar, cierto,  existieron otras voces que se presentaron en el Congreso con ciertas iniciativas, pero que no han tenido ni la presencia ni la fuerza de este grupo sindical;  la importancia de la educación solo se está dando en discurso porque en realidad lo que prevalece es la lucha por el poder en cuanto a las decisiones que por ley, tampoco le corresponden al sindicato. Lo más preocupante es que aún no se logra articular el sentido, la relevancia y la pertinencia de una política educativa congruente con lo que requiere nuestro país.

Por ejemplo, hay mucha incertidumbre sobre lo que pasará en materia evaluativa y existen grandes interrogantes sobre los retos que se asumirán:   formar para la ciudadanía; responder a la lógica del mercado; responder a las necesidades sociales actuales  como la violencia e inseguridad en las escuelas y con los maestros; aprovechar los saberes de los maestros y alumno vinculados a las realidades sociales; romper los vicios de una formación homogénea en contextos heterogéneos; proponer una educación multicultural no solo bicultural; priorizar la formación y actualización de los maestros;  el acompañamiento técnico pedagógico en las escuelas por los ATP; la posible centralización del sistema educativo; el currículo educativo, los enfoques metodológicos, el financiamiento educativo etc. etc.

A veces en las reformas solo se cambian los nombres a los programas, pero siguen siendo los mismos y se sigue con la carencia de una política transexenal que evite los vaivenes políticos de cada cambio de gobierno.

Los menos escuchados en toda esta complejidad actual son los alumnos y los maestros olvidando que toda política educativa se construye y concretiza en el aula, en aquella vida cotidiana que se desarrolla en la escuela, en las interacciones continuas que implica el aprendizaje donde se va construyendo el sujeto social a partir de sus experiencias.

Dentro de este escenario complejo, hago un reconocimiento especial al rector de la Universidad  Iberoamericana de Puebla Fernando Fernández Font, quien pronto dejará su cargo, un gran ser humano que siempre fue defensor de los derechos de los que más lo necesitaban y que para algunos gobernantes y funcionarios fue “incómodo” por su atención a la verdad y a la congruencia , por su actitud de análisis y critica ante la  preocupación legítima de incidir positivamente en la sociedad , tanto en las políticas públicas como en las sociales.

En estos tiempos complejos, no contar con su visión dejará un vacío educativo, que será difícil de llenar. Suerte rector, estoy segura que a donde vaya, seguirá trabajando por un mundo mejor.

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María Teresa Galicia Cordero

Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.