La percepción ciudadana sobre la inseguridad pública en la ciudad de Puebla aumentó de 71.3 a 75.4 por ciento de septiembre del año pasado al mismo mes de este año, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana.

El estudio publicado este martes revela que la sensación de inseguridad que tienen los poblanos ya supera la de Ciudad Juárez, Chihuahua (61.1 por ciento), Guadalajara, Jalisco (70.6) y Monterrey, Nuevo León (74.8), entre otras grandes ciudades de la república.

En el último mes en la Angelópolis se registró el asesinato de dos jóvenes universitarias que salían a divertirse con sus amigos, lo que en uno de los casos generó protestas a nivel estatal y nacional por la violencia que existe en contra de las mujeres.

Poblanos se sienten cada vez menos seguros

Aunque el incremento más significativo sobre la percepción de inseguridad en Puebla se registró de septiembre del año pasado al mismo mes de este año, también se incrementó de junio a septiembre de 2017, al pasar de 73.4 a 75.4 por ciento de los encuestados por el INEGI.

La percepción de inseguridad en Puebla supera la de otras ciudades como Nuevo Laredo y Tampico, en Tamaulipas, que tienen 67 y 56 por ciento, respectivamente, las cuales se ubican en un estado afectado por el crimen organizado y donde tiene su sede el Cártel del Golfo.

Mientras en Ciudad Juárez opera un cártel dedicado al tráfico de droga que lleva el mismo nombre de esa metrópoli, al que se ligan la mayor parte de los delitos violentos contabilizados por las autoridades.

Según el Inegi las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro son Villahermosa (98.4 por ciento), Coatzacoalcos (97 por ciento), Región Norte de la Ciudad de México (94.8 por ciento), Reynosa (93.6 por ciento), Ecatepec de Morelos (93.5 por ciento) y la Región Oriente de la Ciudad de México (93 por ciento).

En comparación con otras ciudades del país, Puebla ocupa la posición 33 de 58 ciudades encuestadas, sin embargo apenas está debajo de la percepción de inseguridad media en todo el país, la cual es del 76 por ciento.

En contraste, las ciudades donde la percepción de inseguridad es baja son Mérida, Puerto Vallarta, Piedras Negras, Saltillo, Durango y San Francisco Campeche con 27.4, 28.9, 34.3, 42.2, 44.2 y 44.4 por ciento, respectivamente.

El cajero y el transporte público los lugares más inseguros

El 81.8 por ciento de la población encuestada de marzo a junio de este año considera los lugares más inseguros de estas 56 ciudades son los cajeros automáticos; el 74.6 por ciento piensa que es el transporte público; el 68.1 por ciento las calles que habitualmente usa; el 67.7 por ciento opina que es el banco; el 62 por ciento consideró que es el mercado y el 58.7 por ciento opina que es la carretera.

Asimismo, el 53.9 por ciento estima que son los parques y centros recreativos, el 44 por ciento el centro comercial; el 43.6 por ciento el automóvil, el 39.8 por ciento el trabajo; el 29.7 por ciento la casa y el 25.8 por ciento la escuela.

De igual forma, el 32.1 por ciento de la población en la ciudad de Puebla tuvo algún conflicto o enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, así como en establecimientos o con autoridades de gobierno.

No confían poblanos en sus autoridades

La encuesta revela que solo el 20.7 por ciento de la población en la ciudad de Puebla confía en la efectividad de la autoridad municipal para resolver las problemáticas más importantes.

El nivel de confianza de los poblanos en sus autoridades es menor que el de ciudadanos de Juárez (39.5 por ciento), Chihuahua (30 por ciento), Monterrey (35.6 por ciento) y Tampico (34.3 por ciento), entre otras.

Las problemáticas más importantes de las ciudades son baches en calles y avenidas, delincuencia (robo, extorsiones, secuestros, fraudes), alumbrado público insuficiente, coladeras tapadas por acumulación de desechos, y calles y avenidas con embotellamientos frecuentes.

A estas se suma, fallas y fugas en el suministro de agua potable, servicio de transporte público deficiente, deficiencias en la red de drenaje, parques y jardines descuidados, ineficiencia en el servicio de limpia, falta de tratamiento de aguas residuales, mercados y centrales de abasto en mal estado y problemas de salud por rastros mal manejados.

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