- Entretenimiento
Un millonario perdió todo y hace más de 20 años vive en una isla
Su fortuna superó los 28 millones de dólares antes de que una crisis bursátil lo dejara en quiebra. Se divorció y decidió irse a vivir a la Isla Restauración en Australia. Las autoridades intentan desalojarlo hace años.
"Quiero morir acá. ¿Dónde más podría hacerlo? Es mi paraíso en la Tierra", asegura David Glasheen, quien pasó de magnate a "pobre" y solitario hace décadas, aunque asegura que es feliz.
Ahora este australiano tiene 73 años, pero su particular historia se remonta a 1987 cuando perdió más de 8 millones de dólares en una crisis bursátil y su vida financiera comenzó a irse en picada. Las tensiones hicieron que también se rompiera su matrimonio.
En 1993 conoció a otra mujer que lo convenció de cambiar el curso de su vida y mudarse a la pequeña Isla Restauración, un parque nacional en Queensland, a casi 2000 kilómetros de Brisbane.
Aunque su idea inicial fue construir un complejo hotelero, su compañera no pudo aguantar la vida en ese rincón del mundo y lo dejó. David intentó seguir con su emprendimiento pero encontró la firme oposición de indígenas locales y al final se quedó solo con sus mascotas.
Ahora vive con su perrita Polly después de que una serpiente matara a Quasi, su anterior perro y único compañero durante tantos años.
El ex millonario convirtió un puesto fronterizo de la Segunda Guerra Mundual en su hogar, con luz solar e Internet.
David se alimenta de cangrejos, pescados, frutas y hortalizas que cultiva. Además, produce su propia cerveza. Y el resto de lo que necesita lo encuentra a una hora en bote, en el único supermercado de la zona.
El hombre admite que algunas veces durante estos años quiso encontrar pareja y recurrió a avisos en la web. Aunque obtuvo varias respuestas, nunca logró que nadie se mude con él.
En cuanto a sus preocupaciones cotidianas, Glasheen, sostiene: "Hay serpientes, arañas y cocodrilos, pero esto es más seguro que otras partes del mundo en las que no dejás de oír sobre ataques terroristas".
El otrora magnate parece no dar importancia a la batalla legal con las autoridades. Cuando se mudó a la isla, le dieron el permiso para instalarse a cambio de la construcción del complejo hotelero y el pago de un cánon anual cercano a los 16 mil dólares.
Como nunca concretó su emprendimiento, el Tribunal Supremo de Queensland emitió un fallo para desalojarlo. Sin embargo, a David no le preocupa demasiado: "Yo vivo el ahora, mañana podría estar muerto".
Información tomada de Telefe Noticias
[relativa1]
[relativa2]
[relativa3]