Según encuesta, el PAN a 4 puntos del PRI; Morena a 2 del PRD
Si hoy se llevara a cabo la elección federal que tendremos en junio, el partido en el gobierno seguiría conservando la mayoría en el Congreso. El PRI obtendría una mayoría relativa con 31 puntos porcentuales de la preferencia electoral. Le seguirían el PAN, como el partido de oposición más importante con 27 puntos de preferencia. Luego estaría un debilitado PRD con 12 por ciento de los electores y muy de cerca dos fuerzas electorales de tamaño similar, el PVEM y Morena con 10 puntos cada uno. Estimar a los partidos que disputan su registro es todo un reto para las encuestas, por su bajo porcentaje de preferencia. Si tomamos literal lo que arrojan nuestros datos sólo dos partidos más obtendrían registro, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano. El PT lo perdería y tanto el Partido Humanista como Encuentro Social no lo alcanzarían.
Nos quedan casi 5 meses por delante y campañas con más de 7 millones de spots de por medio, con un número no determinado de mensajes que el elector tendrá que atender. No sabemos cuál será el efecto de estos mensajes sobre el comportamiento del ciudadano. Lo que conocemos con certeza es que llevará a algunos electores a cambiar sus preferencias electorales.
Hasta la noche del 6 de junio, cuando las encuestas de salida empiecen a reportar sus resultados de la elección, podremos resolver algunas de la preguntas que tenemos hoy. Tendremos un estimado del resultado de más de 2 mil 100 posiciones en disputa, pero sin duda los resultados que llamarán más la atención serán las del Congreso y las 9 gubernaturas. Aquí algunas de nuestra incógnitas a resolver.
Número de curules para el partido en el gobierno y sus aliados
La pregunta más importante en términos de gobernabilidad es el número de diputados que obtendrá el PRI junto con su aliado el PVEM. Esta alianza, la única que se concretó en esta elección, tiene 244 candidaturas comunes a nivel federal y las 9 gubernaturas. En la última elección federal los resultados no fueron favorables para el partido en el gobierno, Acción Nacional, lo cual si fuera predictor implicaría que el PRI podría perder su mayoría relativa. No obstante, en la primera elección en la que el PAN fue partido en el gobierno, pudo conservar su mayoría.
Baja aprobación presidencial
Durante todo el 2014, el Presidente obtuvo niveles de aprobación históricamente bajos. En un comparativo internacional la aprobación del Presidente no se observa particularmente baja. Sin embargo comparado con los históricos de otros presidentes en México sorprende que sus niveles de aprobación estén por debajo de los de desaprobación. Este porcentaje está correlacionado con la preferencia electoral. Los siguientes 5 meses podrían mostrar de manera más clara este efecto.
Percepción económica
La variable que representa el mejor predictor electoral se llama economía. Las bajas tasas de crecimiento que registra el país desde que empezó esta administración han llevado a que la expectativa de mejoría de los ciudadanos en el futuro cercano no sea muy positiva. Es probable que la preferencia electoral registrada no haya contemplado este factor. Como se observa en el gráfico la expectativa de mejoría personal era alta en diciembre de 2012 cuando tomó posesión. Hoy día representa uno de los puntos más bajos de la administración.
Percepción de inseguridad
Al inicio de su administración el presidente Enrique Peña Nieto tenía dos mandatos: mejorar la economía y resolver el tema de la inseguridad. Al igual que en economía la expectativa de mejoría era alta. En este tema más allá de los altos o bajos números, el juicio crítico podría pasar por un tema de expectativas, más que por el de resultados fácticos.
Niveles de participación
Las dos últimas elecciones intermedias han tenido niveles de participación de 41 y 45 por ciento. En esta elección intermedia tenemos 9 elecciones para gobernador en la que los niveles de participación llegarían al 60 por ciento, porque es lo que suele pasar en las elecciones de ejecutivos, incluido el Presidente. Es decir, casi una tercera parte del país estaría entre 15 y 20 puntos por arriba del promedio de la elección federal. Ello nos podría poner en niveles de participación entre 45 y 50 por ciento. Medir participación con encuestas es impreciso, por ello, tal vez los históricos resultan de mayor utilidad.
Partidos en búsqueda de registro
Con niveles de participación de alrededor de 50 por ciento, 40 millones de mexicanos estarían acudiendo a las urnas. Eso significa que cada punto porcentual significa alrededor de 400 mil votos. Por ello para obtener registro cada fuerza electoral debe obtener por los menos alrededor de un millón 200 mil votos. Con lo que lograría obtener tres por ciento de la preferencia.
Este porcentaje es muy difícil de medir con encuestas, estaría para efectos prácticos en nuestro margen de error. Además de que es probable que los partidos que están en la disputa de su registro recurran más a sus estructuras partidistas para movilizar, lo cual difícilmente se refleja en la mediciones electorales. De los tres partidos que buscan nuevo registro, sin duda Morena será el único sobre el que se pueda dar un estimado de su preferencia y que hoy estaría ya alrededor de dos dígitos. Un porcentaje inusual para un partido de nuevo registro.
Cambio de nomenclatura por tamaño de partido
Es probable que después de esta elección nuestras categorías básicas de partidos “grandes” y partidos “pequeños” pase a ser cuestionada. Tendremos una nueva categoría de partidos “intermedios”. El PRI y el PAN obtendrían algún porcentaje entre 25 y 30 puntos. Habría tres partidos con niveles de preferencia alrededor de los 10 puntos porcentuales y finalmente un grupo de partidos, como máximo 5, que estarían en niveles de sobrevivencia para conservar su registro.