Moreno Valle fulminó con pruebas a Moreno Peña

Valentín Varillas/La Tempestad/Status
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Sucedió el pasado viernes, en el anexo de Casa Puebla, como parte de las reuniones de seguimiento del Pacto por México.

Hasta ahí llegaron los líderes de los partidos políticos locales, todos menos Carlos Navarro Corro, de Pacto Social de Integración.

Revisar el cumplimiento de los acuerdos y las condiciones en las que se desarrolla el proceso electoral poblano eran los motivos del encuentro.

En su primera intervención y fiel al guión que lo obligan a seguir desde el CEN de su partido, el delegado priista, Fernando Moreno Peña, arremetió en contra del gobernador a quien acusó, nuevamente, de violar las condiciones de imparcialidad de la contienda interviniendo directamente en la vida de los organismos electorales y del Partido Acción Nacional.

Se rasgó las vestiduras argumentando, por enésima vez, que en Puebla se vivía una elección de estado, que el errático desempeño del consejero presidente del Instituto Electoral era una muestra de lo anterior y que era necesario “limpiar” el proceso para que garantizar condiciones de equidad para todos.

Que las constantes giras del mandatario estaban “politizadas”, que tenían un fuerte sesgo electoral y que estaban planeadas para favorecer a los candidatos de la alianza Puebla Unida.

Mudos, desde sus asientos, Pablo Fernández del Campo y Juan Carlos Natale asentían de manera automática.

El gobernador escuchaba tranquilo, sin inmutarse, la larga  y encendida perorata.

Esperó a que Moreno Peña terminara y entonces hizo uso de la palabra.

Empezó por explicar que el gobierno no puede parar en época electoral, que los proyectos prioritarios debían de continuar y que cumplía con lo dispuesto por la ley al suspender la promoción mediática de esas acciones.

Dejó lo mejor para el final.

Y es que, después de la explicación institucional, vino lo mejor.

Sacó una carpeta con notas periodísticas, información diversa e imágenes en donde aparecen los gobernadores priistas de Veracruz, Chihuahua, Aguascalientes y Tamaulipas participando abiertamente en actos proselitistas de los candidatos del PRI en esos estados.

Moreno Peña se transformó.

Súbitamente cambió de color y perdió el habla.

Ante la contundencia del revire se quedó sin argumentos.

Al final de la reunión y después de ser exhibido, el colimense se acercó a Moreno Valle.

Sospechoso, sigiloso, esperó a que nadie lo viera para decirle lacónico: “entiéndame señor gobernador; tengo que jugar aquí el papel de oposición”.

No cabe duda que en política, el que las hace no las consiente.

Penoso.

latempestad@statuspuebla.com.mx

Twitter: @ValeVarillas