Inseguridad, dolor de cabeza de autoridades

Valentín Varillas/La Tempestad/Status
La seguridad pública se ha convertido, sin duda, en la principal preocupación ciudadana en Puebla y por lo tanto, en un auténtico dolor de c

En este espacio hemos analizado como desde el punto de vista discursivo, quienes tienen la obligación de cuidar nuestras personas y bienes intentan obsesivamente minimizar una realidad que en la práctica los ha rebasado.

Y por mucho.

El problema más serio sin embargo, es que esta minimización no se reduce al área discursiva, sino a la más importante: la operativa.

Tomemos por ejemplo el aumento sin precedente en el número de asaltos y en algunos casos la ejecución de cuentahabientes en las calles de la capital.

Hechos que han desatado una verdadera psicosis entre los usuarios de los servicios financieros en Puebla.

Ante la gravedad de los casos, un ciudadano de a pie como usted o como yo se imagina ilusamente que nuestras autoridades organizan auténticos “cuartos de guerra” para plantear alterativas reales de combate efectivo a este delito.

Que se parten el “coco” pensando cómo organizarse mejor y coordinar acciones entre niveles para presionar a las instituciones bancarias a tomar medidas encaminadas a evitar la fuga de información confidencial de los clientes que retiran efectivo.

Que investigan seriamente el origen de las filtraciones.

Que revisan las llamadas hechas desde los teléfonos fijos de las sucursales o los celulares de los cajeros o gerentes para deslindar responsabilidades.

Vamos, lo más lógico; lo elemental.

En la práctica, el sesudo operativo que intenta frenar este tipo de delitos y que fue ideado y operado por los secretarios estatal y municipal de Seguridad Pública se ha reducido a la detención a diestra y siniestra de motociclistas.

Nada más.

Así como lo lee.

Como algunos de estos delincuentes han utilizado este medio de transporte para cometer los asaltos, nuestros estrategas piensan que es ésta la mejor manera de dar con los responsables, o con los potenciales futuros responsables del robo a cuentahabientes.

De esta manera, se han instalado filtros y retenes permanentes en diferentes puntos de la ciudad, que operan las 24 horas, y que tienen como único objetivo la revisión de motociclistas.

Así pues, 12 patrullas de vialidad estatal han sido retiradas de sus actividades regulares para incorporarlas al operativo que se aplica en las 17 juntas auxiliares del municipio y en donde participan también diez patrullas adicionales, también de vialidad, que desde la pasada administración operan con labores de policía en los 5 sectores del municipio.

Pero eso no es todo.

En breve, Vialidad mandará 25 elementos adicionales adscritos a delegaciones y 25 elementos más del “Operativo Puebla” que se integrarán a la sesuda estrategia.

Ahora bien, lo más importante:

¿Y los resultados?

Hasta la fecha, nulos.

De no ser la reclusión en el corralón de las motos de panaderos, churreros, repartidores de farmacias, pizzerías, taquerías y demás por irregularidades documentales como licencias, tarjetas de circulación o placas; nada.

De los delincuentes, ni sus luces.

No hay un solo detenido.

Tal vez la estrategia es tan sofisticada y tan de avanzada que hay que darle el tiempo suficiente para medir su eficiencia.

Por lo pronto, los criminales se mueren de risa.

latempestad@statuspuebla.com.mx

Twitter: @ValeVarillas