Pleito entre bandas, derivó en secuestro de 12 tepiteños
Una discusión dentro del bar Heaven After la mañana del 26 de mayo detonó la privación de la libertad de jóvenes que, a 12 días de los hechos, continúan sin ser localizados por las autoridades del Distrito Federal.
La noche de ayer, el Procurador General de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, reveló que las investigaciones apuntan a que algunos de los 12 jóvenes reportados como desaparecidos por sus familiares se enfrascaron en una discusión al interior del establecimiento con aparentes rivales del barrio de Tepito.
Un testigo que estaba en el bar declaró ante la Fiscalía Antisecuestros que la situación fue producto de una disputa que sostienen pandillas de narcomenudistas identificadas como La Unión y Los Tepis, aunque el Procurador declinó precisar a qué grupo pertenecerían o defendieron algunos de los jóvenes que fueron privados de su libertad.
Ahora, una línea de investigación es esta disputa entre los grupos de narcomenudistas, pero, acotó el funcionario, no es la única hipótesis. No se descarta tampoco que los hechos tengan alguna relación con el asesinato de un presunto vendedor de drogas en el bar Black, en la Colonia Condesa, 2 días antes.
Ríos Garza ofreció una conferencia después de reunirse por 2 horas con familiares de los jóvenes para exponerles los últimos datos encontrados en la indagatoria. A su salida, el abogado de los padres, Ricardo Martínez, aseveró que notan avances en la investigación, pero la exigencia continúa siendo que las víctimas sean halladas.
Después de exhibir un video de unos 4 minutos en el que se observa sobre calle Lancaster a los hombres y automóviles que intervinieron, el Procurador enfatizó que las privaciones de la libertad no fueron planeadas para ser ejecutadas ese día ni se utilizaron armas de fuego.
Las pruebas indican que los jóvenes fueron subidos a distintos automóviles. Ríos Garza aclaró que sólo existe certeza de que 8 de las 12 víctimas reportadas como desaparecidas fueron sustraídas y que en ese grupo no se encuentran Jerzy Ortiz Ponce, hijo de Jorge Ortiz Reyes, “El Tanque”; Said Sánchez García, hijo de Alejandro Sánchez Zamudio, “El Papis”, o Gabriela Ruiz Martínez, de quien incluso todavía no hay datos para corroborar que estuvo en el bar.
“Es un tema circunstancial que se da derivado por la presencia de estas personas, o de algunos de los integrantes del grupo de los desaparecidos, con alguna otra pandilla o habitantes de la misma zona”, explicó.
Hasta ahora, la PGJDF tiene datos para partir de que unos 17 hombres usaron 8 automóviles, quienes en su mayoría arribaron al bar a las 8:45 horas. Dos meseros y tres hombres y una mujer clientes huyeron del establecimiento por la azotea al observar la situación.
Mario Alberto Rodríguez Ledesma, dueño del bar, fue arraigado, como permanecen desde el pasado martes su pareja, Brenda Angélica Casas Figueroa, su aparente chofer, Andrés Henonet González, y Gabriel Carrasco, “El Diablo”, responsable de seguridad del establecimiento. A diferencia de sus empleados, Rodríguez Ledesma ha declarado ante el Ministerio Público para informar sobre los datos de los que fue enterado.
En esta tercera reunión de padres y madres con el funcionario, familiares y amigos de las víctimas no protestaron en el exterior de las oficinas centrales de la PGJDF, como ocurrió en las 2 ocasiones anteriores. Afuera permanecieron las abuelas materna y paterna de Jerzy Ortiz Ponce con algunos familiares.
Concepción Reyes, abuela paterna del joven de 16 años de edad, pidió que los delitos por los que “El Tanque” paga una condena en prisión no sea una excusa para vincular la desaparición con narcomenudeo, en tanto que Penélope, otra familiar, adelantó que enviaron una carta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para solicitarle que inicie un seguimiento a la indagatoria de la PGJDF.