Alumnos de nivel medio superior, los que más desertan
El nivel medio superior es el que registra un mayor índice de deserción con un 9.7 por ciento de alumnos que dejan inconclusos sus estudios en ese grado académico; le sigue la secundaria con 3.9 y la primaria con 0.7, según revelan datos del documento "Sistema Educativo Nacional: Principales Cifras del ciclo escolar 2011 - 2012" y que es la publicación más reciente de la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal.
Al respecto, María José Vera Gómez, directora de la carrera de Psicología del Tec de Monterrey, expresó que, precisamente, en el nivel medio superior el abandono de las aulas se da por la integración de los jóvenes a la vida laboral y porque si éstos parecen no tener aptitudes, son alejados de los estudios.
Aunque la tasa de deserción escolar va en descenso en esos niveles de formación y es que entre los tres, durante el 2012 se registró un 14.3 por ciento de alumnos desertores, mientras que en el 2011 el índice fue del 16.1 por ciento, la especialista acotó que en las comunidades rurales es donde permea ese problema y no disminuye, esto por cuestiones culturales y económicas.
En el contexto nacional y durante el 2012, Puebla se ubicó 6.1 puntos porcentuales debajo de la media, ya que la deserción escolar en el país fue del 20.4 por ciento del total de los estudiantes que matricularon en primaria, secundaria y nivel medio superior.
En tanto que Adriana de la Rosa Martínez, catedrática de la Escuela de Negocios de esa misma institución, expresó que de los ingresos de una familia - de bajo y medio nivel económico - el 30 por ciento se invierte en la educación de un hijo, lo que quiere decir que si son tres hijos, prácticamente el hogar se quedaría con un 10 por ciento para los demás gastos. La experta en el tema explicó que esa situación lleva a que la educación de los hijos se dé con menor calidad debido a que costear el colegio para todos puede provocar que no tengan los insumos necesarios para una formación completa, de zapatos a comidas o incluso transporte.
En este sentido, aseveró que en la actualidad hay muchos más gastos para la educación de los hijos que limitan el avance de sus estudios y es que desde edad prescolar ya se están incluyendo aparatos electrónicos como parte del aprendizaje, lo que eleva en demasía los costos de la educación en México, considerando que la mayoría de las familias viven con el salario mínimo.
Aunado a ello, refirió que la educación superior es prácticamente inaccesible para los jóvenes si es que no logran colocarse en alguna de las universidades públicas del país - que son las menos - toda vez que los costos de las colegiaturas son altamente elevados. Aunque en las opciones de estudios de los estudiantes de universidad se encuentra el trámite de créditos la realidad, comentó, es que en cuanto se inserten al mundo laboral se dedicarán a pagar su educación y a temprana edad ya tendrán una gran deuda que les costará mucho tiempo costear.
Entre los factores sociales y culturales que alientan la deserción escolar, explicó María José Vera, se encuentra el arraigamiento de la creencia que las mujeres no deben de estudiar, situación que se da en comunidades rurales - principalmente - y que limita la formación académica de las féminas al nivel de primaria, es decir, que se les permite aprender lo necesario y no más.
LA DESERCIÓN SE DA MÁS EN VARONES
En Puebla y en los tres niveles de educación - básica, secundaria y media superior - la publicación "Sistema Educativo Nacional: Principales Cifras del ciclo escolar 2011 - 2012" expone que la deserción escolar es una problemática que se da, con mayor frecuencia, en los varones, no obstante las brecha por género es cada vez más cercana entre hombres y mujeres.
Durante el 2012, el índice de deserción a nivel primaria tuvo un promedio del 0.7 por ciento y por género, registró un abandono del aula de clases del 0.8 por ciento de parte de los niños mientras que, en el caso de las niñas, fue del 0.8 por ciento.
Esa cercanía de los datos, contrasta con lo acontecido durante el 2011, momento en el que la deserción fue del 1.3 por ciento en varones y del 0.9 por ciento en las féminas, dando un promedio del 1.1 por ciento de desertores de entre seis y 12 años.
En el nivel de secundaria, la deserción escolar se atenúa más por género y según las cifras del referido documento, el estado tuvo durante el ciclo escolar 2011 - 2012, la baja del 5.0 por ciento de su alumnado varonil y apenas del 2.8 por ciento del femenil.
En comparación con el 2011, ese grado de escolaridad representó una baja del 0.6 por ciento en el caso de la deserción de varones, pasando del 5.6 por ciento de desertores al 5.0 por ciento; en tanto que de mujeres el abandono de las clases logró una disminución del 0.4 por ciento, pasando de un 3.2 por ciento durante el año antepasado contra un 2.8 por ciento en el 2012.
Sobre la deserción en la educación media superior, el 2012 registró una disminución del 0.9 por ciento en la población escolar masculina, ya que en el 2011 fue el 12.7 por ciento y el año pasado fue de 11.6 por ciento. En el caso de la población escolar femenina, el descenso de desertoras fue de 1.6 por ciento, logrando bajar del 9.6 por ciento registrado en el 2011 a un 8.0 por ciento durante todo el año anterior.
De acuerdo al portal de la SEP federal, la deserción escolar como indicador, expresa el número o porcentaje de alumnos que abandonan las actividades escolares antes de terminar algún grado o nivel educativo.
Esa dependencia federal clasifica a la deserción en tres vertientes que son intracurricular, intercurricular y total. En este sentido, expone que el abandono que ocurre durante el ciclo escolar se denomina deserción intracurricular; al abandono que se efectúa al finalizar el ciclo escolar, independientemente de que el alumno haya aprobado o no, se le llama deserción intercurricular. Por último, la deserción total es la combinación de ambas deserciones.
ADVIERTE SSP DE MALAS CONDUCTAS POR DESERCIÓN ESCOLAR
El gobierno federal advierte de la generación de conductas "de riesgo" a partir de la deserción escolar. A través del documento "Deserción Escolar y Conductas de Riesgo en Adolescentes" - publicado en junio del 2011 - se señala que esa situación "genera elevados costos sociales y privados".
Sobre los costos sociales, revela que se encuentran los que derivan de disponer de una fuerza de trabajo menos competente y más difícil de calificar y su efecto en el crecimiento económico, así como los que surgen de contar con un capital social incapacitado para colaborar activamente en el equilibrio entre deberes y derechos ciudadanos.
En el caso de niños y adolescentes, el precio de la deserción escolar es advertido cuando el ocio, la sustracción de los ambientes controlados por la disciplina y la indefinición de objetivos productivos, inciden en la construcción de entornos inseguros, propios para la generación de climas de violencia y la comisión de actos delictivos.
Entre los costos privados, exhibe, están la reproducción de las desigualdades sociales, la pobreza y su repercusión en la integración (o desintegración) social; su impacto sobre la población infantil y adolescente. Además, refiere que por la falta conocimiento, de la formación y dirección necesarias, los niños y jóvenes son susceptibles de incurrir en conductas de riesgo que trastocan su seguridad, integridad física, salud, libertad e incluso, su vida.