Un total de 22 cocodrilos fueron asesinados por una turba enardecida que buscaba vengarse de los reptiles, esto por la muerte de un vecino de localidad de Sorong, en Indonesia
Las personas cercanas de quienes se quitan la vida son tomadas por sorpresa y hay la tendencia de que aparezcan sentimientos de culpa entre los sobrevivientes
“Creo que mi vida es un antes y un después de lo que me sucedió. Fueron momentos muy difíciles, no sabía si iba a despertar”, es la reflexión hecha por Adrián Uribe