2024: caen, caen, caen…

  • Elmer Ancona Dorantes
Así es esto de las traiciones y de las deslealtades; con los amigos no se juega sucio

No solo a nivel nacional sino también en lo local; ya llegaron a su techo, ya no tienen para donde jalar; se preguntan constante y nerviosamente, ¿ahora qué decimos?, ¿ahora, cómo golpeamos? La fortuna ya no les sonríe. Y lo saben.

Su imaginación se ha agotado, el discurso ya aburre, los tonos ya no convencen, el ritmo veloz de los ojos de un lado a otro es un claro indicador de que algo malo está sucediendo y no tienen respuestas a la mano.

Lo único que les queda es ¡golpear!, todo cuanto se pueda, aunque se invente, aunque se rieguen mentiras. El chiste es ya no avanzar sino sobrevivir a lo peor que viene.

Ellos tuvieron la culpa, nadie más; no es que se hayan llevado lo peorcito de la parte contraria. No es así; simple y sencillamente se jalaron a los menos indicados, a los que les arrebatarán lo poco que les queda. Dejarán de ser atractivos, de ser amados.

Es que, simple y llanamente, la vida no es así, no puede ni debe ser así; lo que hicieron fue una cruel traición a los amigos, a los suyos, a quienes dieron lo mejor de sí mismos.

En términos sentimentales han sido desleales e injustos con quienes les prodigaron amor y les entregaron su corazoncito. Y eso, tarde o temprano, se paga. Dejaron a todos como novia de pueblo, vestidos y alborotados en la puerta del altar. De nada sirve hacer operación cicatriz. Es inútil.

Por eso caen, caen, caen… Y la desbarrancada será brutal, y todos pagarán los platos rotos, comenzando por el dueño de la fiesta que se quedará con las manos y las mesas vacías, con todos los bocadillos, porque los comensales, los principales invitados no asistirán a su fiesta.

Y como en la Biblia, ante tal desaire, aunque salgan a buscar a los más pobres, a los más desamparados, a los más vulnerables para ofrecerles un buen lugar en el banquete, ellos tampoco asistirán porque debieron ser los primeros en esta gran comilona, porque su lugar se lo dieron a los más ricos, a los más ambiciosos, a los potentados, a los perdedores.

Así es esto de las traiciones y de las deslealtades. Se pierde todo por nada. Todo queda en un pequeño y diminuto círculo de amigos, de compadres a los que les gusta estar en primera fila, empujando y haciendo caer a los demás. “Business are Business”: negocios son negocios, papá….

Por eso caen, y caen, y caen… Y el azote será tan fuerte que desaparecerán del mapa de las oportunidades, por ambiciosos y traicioneros. Con los amigos no se juega sucio.

@elmerando

 

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente la línea editorial de e-consulta.

 

 

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y Maestrante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM. Catedrático. Escribe en diversos espacios de comunicación. Medios en los que ha colaborado: Reforma, Notimex, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.