Colombia tiene por primera vez un presidente con ideología de izquierda, un exguerrillero que tendrá la oportunidad de gobernar un país con carencias, como muchos de América Latina y que bajo presidencias de derecha, guerrilla, violencia y narcotráfico había dejado a su población vulnerable ante la pobreza, necesidades e inseguridad.

En su toma de protesta frente a más de cien mil colombianos, en contraste con anteriores ceremonias donde sólo se daba cita la clase política de Colombia, Petro lanzó un discurso esperanzador en muchos aspectos. Su primer acto de gobierno fue enviar por la espada de Simón Bolívar para ser usada como parte de los protocolos. El simbolismo que representa la espada es muy importante, ya que ésta fue robada por su antigua guerrilla M-19 y devuelta al gobierno como una muestra de buena voluntad en los acuerdos de paz.

Todavía previo a su toma de protesta afinaba detalles sobre su gabinete que lo acompañará en su presidencia. Como señal a los mercados y empresarios, tal y como hizo Gabriel Boric en Chile, designó a un experimentado y respetado economista para que no se alarmaran.

Si bien la agenda de Petro es ampliamente social, en el sector laboral tiene una deuda histórica con los trabajadores colombianos: mejorar sus condiciones y derechos, con lo que sin duda mejoraría la calidad de vida de millones de ciudadanos.

Para tal efecto, designó a Gloria Ramírez Ruiz, como ministra del Trabajo, quien ha compartido su agenda a través de su cuenta de Twitter en donde se compromete a colaborar con todos para mejorar la vida laboral de los colombianos.

Dentro de sus pendientes mencionó:

“A partir de ahora empieza la lucha contra la inflación y los bajos sueldos, desde el Ministerio del Trabajo, subiremos los salarios para restablecer el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Luchar por la paridad entre hombre y mujeres en puestos administrativos y una licencia de paternidad de tres meses, primeros objetivos por un trabajo digno que estimule la vida y la humanidad.
A partir de hoy se empieza a desarrollar el capitalismo humano, se dejan de lado las economías extractivas y se les abre la puerta a economías populares, de la vida y democráticas”.

También buscará reivindicar los derechos laborales feministas y pugnará para que las trabajadoras del hogar tengan prestación por desempleo y reconocer la contribución del trabajo doméstico a la economía colombiana.

Hay muchos pendientes laborales, que deberán sortear de la mano de la sociedad y los empresarios, y deberán estar en la misma sintonía todos sus ministros, sobre todo que instrumentar un plan de gobierno de izquierda necesita mucho dinero y tal como se hizo en México: el combate a la corrupción, la recaudación de impuestos y una justa reforma fiscal es fundamental para el éxito de una bue