Jugada maestra de Biden: manita de puerco

  • Javier Cobos Fernández
La reciente visita del Ejecutivo Federal a la Casa Blanca arroja aparentemente saldo “blanco”

No cabe duda de que en estrategia y negociación la Casa Blanca nos lleva años luz, y no que sea tan difícil tratándose de los perfiles que conforman el gobierno de la 4T, especialmente a nivel federal.

Diversas señales diplomáticas lo confirman. Mientras que Donald Trump recibía hace apenas un par de años a nuestro presidente en la puerta de la Casa Blanca, Joe Biden mandó a su comitiva a recibirlo a la puerta con algunas preguntitas, antes de pasar a la Oficina Oval, no al Jardín de las Rosas, ojo, para entonces tocar los temas que se podían abordar de manera pública. Casualmente tres días después se logra la detención del “narco de narcos” para mandar la señal de “sí Joe, entendí el mensaje”.

Seguramente en esta gira, en la antesala de la Oficina Oval circularon diversos documentos, audios, videos que podían ser fuertemente comprometedores, por no decir “reveladores”, de la colusión del gobierno con el narco, por lo que la entrada a dicha oficina ya traía un alto margen de negociación a favor de nuestros vecinos del norte, y por nuestro lado con un temblor de rodillas, no causado por la avanzada edad, no crea usted.

En la entrevista, en un intento por ganar margen de negociación, “vendiendo la idea” de que los automovilistas y transportistas norteamericanos tenían “permiso” de cargar combustible más barato del lado mexicano de la frontera –derivado de los millonarios subsidios que se pagan al precio de venta de combustibles en nuestro país con nuestros impuestos, en perjuicio no sólo de nuestras finanzas públicas sino del desequilibrio del mercado energético nacional-  fue revirado por un “muchas gracias, pero no es necesario” … nosotros tenemos la capacidad de generar empleos de este lado, agradecería mucho a usted haga lo mismo para detener la migración de su lado al mío, en resumen.

Por cierto, la solicitud de detener la migración mexicana de nuestro vecino del norte tuvo un precio, nada barato, al que tuvimos que acceder derivado del pobre margen de negociación de nuestro lado a causa de sendos berrinches, arranques y declaraciones, por mencionar algunos:  “debemos iniciar una campaña para desmontar la Estatua de la Libertad en Nueva York”, o, “no asisto a la Cumbre de las Américas si no asisten otros presidentes” sin contar las constantes descalificaciones a algunas agencias del gobierno norteamericano. De hecho, parece que el amorío con Ken Salazar que apenas nos platicaba The New York Times no fue suficiente; esta vez se topó con el jefe.

Si no se alinea para ayer, nuestro presidente, comenzará a ver desfilar audios y pruebas gradualmente más penosas que acabarán en dos patadas con su “no a la corrupción” y “abrazos no balazos”. El reciente audio en donde el primer mandatario asegura haber recibido ya 956 millones “para imponernos por la fuerza” …y que “no creas que me preocupa mucho la saturación de hospitales ni los muertos, que ya no lo tomamos en cuenta”, es solo la punta del iceberg.

Sin duda, nuestro vecino del norte va no sólo un paso adelante, sino diez, en la disponibilidad de información, capacidad de negociación, y agudeza política para no caer en el planeado juego de la victimización que se tenía previsto en caso de recibir algún desaire. Ninguno recibió solo un poco de información y eso fue suficiente. Veremos en próximos días acciones importantes como consecuencia de no recibir un solo “desaire” probablemente la intuición, de que, si sigue jugando al cuchillito de palo, “por otro lado, más bien, le den aire”.

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Javier Cobos Fernández

Economista por la UDLAP y maestro en Administración Pública por la Universidad de Columbia de Nueva York, con estudios de Maestría en Derecho en el ITAM. Investigador y consultor en análisis económico, transición energética, ESG e ingeniería legislativa en COBOS&ASSOCIATES.COM,