El pasado fin de semana tuve la fortuna de ver una vez más una de las películas que sin duda han pasado a ser parte de mis favoritas Pasante de Moda con el señorón Robert De Niro y la guapísima Anne Hathaway. Si usted no la ha visto, se la recomiendo ampliamente.    https://www.youtube.com/watch?v=SSUjmrFt69g

Nancy Meyers,  la directora de este  film, aborda con gran audacia diversos temas de actualidad como personas jubiladas, mujeres que trabajan, mujeres exitosas que crean su propia empresa, mujeres que critican a otras mujeres, la infidelidad en parejas jóvenes, los cambios de roles en el matrimonio (cuando ellos se quedan como “amos de casa” y ellas salen a trabajar en busca del sustento y además lo hacen exitosamente),  la informalidad de los jóvenes y algunos eternos adolescentes, entre otros temas.

Para esta entrega quisiera rescatar dos temas relevantes que me inspiraron para reflexionar y compartir con ustedes:

- Sobre el segmento de la población de personas mayores: promover una nueva cultura para aprender a transitar en esta etapa de la vida de una forma digna y plena
- Sobre las empresas: el film abre una ventana con nuevas oportunidades para generar  espacios a personas que desean mantenerse activos en la tercera edad; es verdaderamente alentador pensar en estas posibilidades y lo que podría representar para miles de personas en nuestro país.

Si un hombre o mujer llega a la edad de 60 años o más y han tenido una vida laboral activa, seguramente han trabajado entre 35 a 40 años, lo cual representa una gran experiencia laboral e incluso los hace expertos en algunas áreas; sin embargo, el mercado laboral ya no les reconoce y muchos menos les genera oportunidades.

Y cómo evitar lo inevitable, que en la “Edad de Júbilo” la vida no se vuelva monótona, aburrida, sin sentido, lidiando con el cuerpo, las enfermedades, el cansancio de los años y el mal carácter.

¿Cómo lograr que vuelva la chispa de la vida? Quizás no como fue en aquellos años, sino de una forma más plena, sabia, digna y feliz.

En la película Pasante de moda, Ben Whittaker (Robert DeNiro) es un hombre de 70 años, retirado y viudo, el cual tuvo una exitosa carrera a lo largo de su vida. Después de la muerte de su esposa, Ben viaja por el mundo y trata de mantenerse ocupado y encuentra una oportunidad en la empresa de Jules Ostin (Anne Hathaway), quien es una joven emprendedora exitosa que inició una empresa de venta de ropa por internet,  que en año y medio ha logrado un gran éxito en Nueva York y cuenta con más de 200 empleados.

Esta empresa genera un programa de pasantes de la tercera edad, que propone darle una oportunidad a una nueva experiencia, pues como lo dice el slogan de la película “nunca es tarde para intentarlo”.

El objetivo de la trama es que tanto Jules como Ben, aprendan el uno del otro, pues Jules necesita bajar el ritmo de su vida y Whittaker es la persona perfecta para lograr que ella se detenga a ratos y logre identificar qué es lo que realmente quiere para el futuro de su empresa y para su vida personal. Por otro lado, Whittaker necesita volver a integrarse al mundo para no sentirse obsoleto a pesar de su edad. 

Esta es una verdadera oportunidad para Ben Whittaker (Robert DeNiro), quien se la toma demasiado en serio y a través del film nos deja algunas enseñanzas que sin duda nos plantean un nuevo paradigma de cómo envejecer.

Principio de realidad
Sin duda uno de los mayores desafíos para las personas retiradas es el tiempo libre. Como dicen popularmente los retirados: me baño, desayuno, lavo los dientes y me desocupo; por lo que si no se emplea adecuadamente el tiempo, llega el aburrimiento, las enfermedades, el alcohol y el mal carácter, entre otras desavenencias

Hacerse cargo
El ocuparse, sentirse útil, tener una agenda de actividades es una responsabilidad personal que se debe asumir, por lo que hay que hacerse cargo y buscar ocupaciones que agraden y se disfruten, ya sea que generen ingresos complementarios o sólo representen una ocupación.

Aprender sobre tecnología
 Tomar un curso, capacitarse en las nuevas tecnologías o en redes sociales, permiten estar actualizados y en contacto con el mundo real, por lo que no hay que despreciar las TIC´s.

Aplicar la experiencia
La experiencia de las personas mayores, el sentido común, las vivencias en todos los ámbitos de la vida representan una gran sabiduría que aportan a las personas más jóvenes puntos de vista muy importantes, en algunos casos en situaciones críticas tanto empresariales como familiares como lo vimos en el film.

Muchas veces un consejo a un hijo, amigo o incluso a un perfecto desconocido puede revelar un punto de vista determinante para su vida.

Seguir relacionándose con los jóvenes
Las personas jóvenes representan la vitalidad, la esperanza, el hacer, y tienen tantas cualidades que aportan una energía impresionante a las personas adultas, por lo que bien vale  aprender a relacionarse con los jóvenes y aprender de ellos.

Estar dispuestos en ayudar a los demás
La generosidad, la ayuda, el espíritu de servicio son sin duda cualidades que propician también recibir. No olvides que “recibe más el que da, que el que recibe”.

Abrir la oportunidad al amor
Esté sola/o o acompañado “nunca es tarde para intentarlo”. Enamórese nuevamente, enamórese de la vida, de las flores, los atardeceres, de los días y noches de  lluvia, despierte su asombro a la naturaleza; conquiste nuevamente a su pareja y si está solo o sola, vuelva a intentar el amor.

Ame intensamente a sus hijos, nietos, familia y amigos, construya y mantenga una red de personas amables, gentiles, divertidas y buenas conversadoras. No se aísle, esté presente en la vida de las personas que ama.

Nunca dejar de aprender
Despierte su interés y asombro para aprender, aprender y nuevamente aprender… Tome todas las oportunidades para mantenerte al día y conversar sobre esos temas, se sentirá actualizado, vibrante y que aporta puntos de vista. No se queje ni critique a los demás.  

Una buena práctica puede ser dejar de leer y escuchar las malas noticias, no le aportan nada; dele mayor atención a las buenas noticias.

Ser cuidadoso en abordar los temas
Prudencia y discreción fue una de las actitudes que más rescato de nuestro personaje principal Ben, siempre con gran cuidado abordó los temas más complicados que se presentaron durante el film, y esta actitud siempre se agradece.

Generar empatía a través de los gestos
Preste mucha atención a su comunicación cotidiana, “un gesto dice más que mil palabras”. Muestra gentileza y empatía y en su caso la firmeza en su lenguaje verbal, gesticular y corporal.

Aprender hacer nuevos amigos y aprender de ellos
Manténgase con una actitud abierta para conocer a nuevas personas, sin duda le brindan la oportunidad de aprender y acompañarle en esta etapa de su vida, disfrute.

Cuide su salud
Lo más importante  es el cuerpo físico y la actitud mental; recuerde,  su cuerpo es su casa, en él habita; aprenda a cuidarse y llevar todo el protocolo que ya conoce.

Acuñe la frase tengo prisa por ser feliz; apresure su tiempo para reír, jugar, bailar y amar; atrévase hacer cosas diferentes, salga de su zona cómoda sorpréndase y sorprenda a los demás. 

Sería grandioso que en alguna de nuestras empresas mexicanas abrieran sus puertas a la experiencia… porque nunca es tarde para intentarlo.

Les recomiendo esta extraordinaria película, y si le agradó este artículo, compártalo y escríbeme sus comentarios a info@graten.com.mx

Si está interesada/o en tener una asesoría gratuita sobre su emprendimiento con gusto contácteme.

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