Puebla debe estar contenta ya que, buscando el bienestar de la población, desde el gobierno se realizan acciones que son reconocidas a nivel nacional e internacional; tanto así, que, de acuerdo a lo declarado, sirven de base para definir acciones similares a nivel federal.

El pasado 20 de junio, el gobierno estatal daba a conocer “Recibe gobierno estatal reconocimiento de CONEVAL por programas “Puebla Contigo” y “Nadie Afuera, Nadie Atrás”. Sabemos que el primero está a cargo del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en el estado de Puebla (DIF) por su programa especial y emergente alimentario, que consistió en la entrega de apoyos en especie; y el segundo a cargo de la Secretaría de Educación estatal con el plan de acompañamiento para la permanencia escolar.

En relación con esté último, en la misma fuente se refiere que el reconocimiento fue:

“…por la campaña “Nadie Afuera, Nadie Atrás”, llevada a cabo por la Secretaría de Educación para disminuir los índices de deserción escolar y lograr que las y los alumnos concluyeran con éxito el ciclo 2020-2021.”

Sobra insistir en la pertinencia y urgencia de ocuparse de esta problemática.

¿En qué consiste el reconocimiento y por qué se dice que es nacional e internacional? El propio organismo otorgante, dio a conocer el 20 de junio pasado, a través de nota informativa:

“Con el propósito de reconocer y difundir las mejores prácticas para atender la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 y sus afectaciones a los derechos sociales, como un mecanismo de transmisión de conocimiento y generación de ideas que pueden ser replicadas por otros actores, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en México hicieron la entrega del Reconocimiento de buenas prácticas para afrontar la crisis generada por la COVID-19.”

Como complemento, hay que mencionar que fueron nueve los reconocimientos otorgados a igual número de prácticas, distribuidos en tres categorías y distribuidos en ocho gobiernos y una OSC.

Siendo un Derecho Llave, la educación es uno de los componentes centrales, por atender cuando de política social se trata, por eso el CONEVAL es el otorgante; lo anterior ubica el reconocimiento en un terreno innecesariamente educativo o pedagógico. Si se quiere ahondar, baste revisar lo que CONEVAL define como buenas prácticas:

“Se consideraron como buenas prácticas aquellas estrategias, programas o acciones diseñadas e implementadas con base en evidencia para minimizar las afectaciones económicas y a los derechos sociales derivadas de la pandemia.”

Para mayor detalle de este reconocimiento, se puede acceder a la liga: https://bit.ly/39BiDrV.

Dentro de los anuncios y declaraciones se menciona que existen resultados que avalan lo que presentaron los postulantes al reconocimiento, y que estaban disponibles en la página de CONEVAL. Acudí al sitio, sin éxito, por lo que, como académico de Ibero Puebla y aportando información que me identifica, escribí directamente para solicitar orientación, recibiendo como respuesta, el agradecimiento por mi interés y que pronto estarán disponibles, además, de compartirme la liga de una infografía, ¿infografía? Lo que se requiere es conocer los resultados, quién o qué los obtuvo y desde luego la metodología.

No es cosa menor –como lo declaran- lograr definir “…los factores que provocaron el abandono escolar…” y mucho menos el diseñar “…mecanismos para buscar a los aprendientes y reintegrarlos a las aulas, mediante visitas domiciliarias, llamadas telefónicas, perifoneo, entre otros.” El conocer los detalles sería de gran ayuda para entender estas problemáticas educativas; independientemente de que la comunidad dedicada a la investigación educativa lo agradecería.

Al parecer, el comunicar no es la principal virtud de esta administración; si fuera cierto, eso de que la comunicación se presenta sólo cuando existe el interés de una parte por la otra, pues… ¿entonces?