Tres tragedias

  • Eduardo García Anguiano
Homicidios, desapariciones y cadáveres no identificados irrumpen en el espacio de la seguridad

Se dieron a conocer las cifras sobre la incidencia delictiva, un poco antes las correspondientes a las desapariciones y se tienen los datos de cadáveres no identificados. Hagamos un recuento de la información:

Homicidios. La tasa nacional por cada cien mil habitantes en nuestro país es: en el año 2019, 27.4 por ciento; en 2020, 27.04 por ciento y en 2021, 25.83 por ciento. Un dato impactante es que del 22 al 24 de mayo del presente año se reportó un homicidio cada 15 minutos. Hay días en que ni en Ucrania se llega a esta cifra.

Desapariciones. Somos un país que tiene cien mil desaparecidos: en el gobierno del presidente Calderón desaparecieron alrededor de 17 mil personas, 35 mil registrados durante el del presidente Peña y, 31 mil en el gobierno actual. Han aparecido sin vida 3.86 por ciento y siguen sin aparecer el 37.16 por ciento. Los familiares siguen en la búsqueda de los desaparecidos, con ayuda institucional o por su cuenta.

Cadáveres no identificados. A marzo de este año había 52 mil cuerpos sin identificar en los servicios forenses y en las fosas comunes del país, según datos del Movimiento Nacional por Nuestros Desaparecidos. El 80 por ciento del total de cuerpos se concentra en 10 estados del país, empezando por los principales que son: Baja California, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco y Chihuahua. Para empezar, se requiere un censo nacional de cuerpos no identificados y de los identificados, pero no reclamados en las fosas comunes.

Por otra parte, el Índice de Paz de México dado a conocer por el Instituto para la Economía y la Paz en este año, nos dice que Baja California es el estado menos pacífico de México por cuarto año consecutivo, seguido de Zacatecas, Colima, Guanajuato y Sonora.

Los fenómenos señalados vislumbran la falta de justicia, malas condiciones de la seguridad pública, insuficiente capacidad de investigación para desentrañar causas, posibilidades de prevenir sucesos, mitigar efectos y reparar los daños a los familiares de las víctimas.

El escritor inglés David Herbert Lawrence expresó: “La nuestra es esencialmente una era trágica, así que nos rehusamos a considerarla trágicamente.”

secretariadoejecutivo1313@gmail.com

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Eduardo García Anguiano

Sociólogo y Maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y gobiernos locales en áreas de seguridad, gobierno y salud. Ha sido profesor en: UDLAP, IMIDECIP, Instituto Técnico de Formación Policial de la CDMX y en el INAP.