El peligro de incomodar al poder

  • Samantha Vásquez
Cecilia Monzón se fue con la convicción que la justicia y equidad son metas que se pueden alcanzar

En México, levantar la voz por la justicia y los derechos es una profesión que en muchas ocasiones cuesta la vida. Tan sólo en los tres años del actual sexenio, de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental se han registrado aproximadamente 58 activistas ambientales asesinados a marzo de 2022.

Si bien la cifra anterior se limita a activistas ambientales, la violencia contra aquellos que incomodan al poder es brutal. El sábado pasado el asesinato de Cecilia Monzón en San Pedro Cholula sacudió a todo nuestro país, mostrando una realidad para muchas personas que dedican su vida a levantar la voz en contra de quien abusa del poder

Cecilia se dedicó a defender a decenas de mujeres ante un sistema machista que, en la práctica, favorece a los hombres. La labor legítima de Cecilia visibilizó situaciones como la violencia política de género y desigualdad de género, donde en México, a pesar de ser un tema recurrente, no es un problema que sea cercano a erradicarse.

La causa de Cecilia representaba al movimiento feminista de la forma más directa, honesta y solidaria en un ámbito donde su incidencia fue importante para muchas mujeres y la lucha por la equidad de género en el estado. Esto, al punto de significar una amenaza para aquellos quienes mantienen su estatus y estilo de vida por medio de injusticias.

No obstante, tristemente en México, las cifras de asesinatos a activistas y periodistas va en aumento, donde sólo en 2021, se reportaron 25 activistas asesinados, la mayoría de los casos, impunes. A ello, es pertinente recordar que, bajo ninguna circunstancia, la vida e integridad de los y las activistas debería verse en peligro por luchar por una causa justa y legítima.

Así, en tanto el Estado siga siendo el primer agresor en contra de activistas, los delitos se seguirán cometiendo; a esto, una de las soluciones compete a todos y todas, donde en acompañamiento a la voz que cuestiona al poder, se debe exigir protección y se debe hacer eco de la lucha.

Cecilia se fue con la convicción de luchar por un mundo donde en medio de un sistema y sociedad violenta para las mujeres, la justicia y equidad son metas que se pueden alcanzar a pesar del largo camino por recorrer.

Y, en tanto la lucha siga, su muerte no habrá sido en vano: una lucha que no tolera injusticias, que cuestiona las decisiones y legislaciones del poder, una lucha que no olvida y que no parará hasta tener justicia por Cecilia y por todas las que nos faltan.

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Samantha Vásquez
Poblana, estudiante de Comunicación, fotógrafa, egresada del Bachillerato Internacional 5 de Mayo, y creadora del blog El Centinela Journal. Reportera de Fórmula 1 en Corner Mx. Amante de viajar, descubrir nuevos lugares, la lectura y la música.