La gran mayoría de las madres y padres hemos crecido con el paradigma de que una buena educación para nuestros hijos y su buen desempeño académico sería la base para un futuro prometedor.

La realidad nos ha superado. Sabemos que no es suficiente; debemos formarlos en valores desarrollando una mayor conciencia social sobre los problemas de la humanidad, dotarlos de saberes formándoles con  actitudes y habilidades para la vida para que aprendan a ser felices siendo agentes de cambio y contribuyendo positivamente en su entorno; y por supuesto, brindarles una  mayor educación financiera, a tener mucho más conciencia del dinero, de cómo ganarlo y como gastarlo de una forma responsable, fomentando el ahorro; para más tarde, nuestras niñas y niños  generan su independencia económica.

Una línea interesante para explorar con nuestros hijos pequeños, en la cual está implícita la felicidad es fomentar su emprendimiento a partir de sus talentos e intereses; por lo que la primera gran tarea es observar e identificar lo que más le gusta y disfrutan, los japoneses lo llaman IKIGAI, su razón de vivir.

A continuación, vamos a monetizar esos talentos; es decir, lo que disfrutan como lo convierten en una actividad, identificando necesidades de un mercado cálido de familiares, vecinos o compañeros de la escuela, a través de comprar y vender productos, produciendo o brindando un servicio.

Es importante que en esta travesía esté presente la educación financiera, fundamental para no frustrar su iniciativa. Tener en cuenta que enseñar a manejar correctamente el dinero en la niñez es tan importante como el desarrollo de otras fortalezas y habilidades básicas.

• Desarrollo de un pequeño emprendimiento:
  - Observación y sensibilidad  al identificar necesidades de clientes potenciales
  - Hacerse de los recursos necesarios para iniciarlo, a través de un préstamo o ahorro.
  - Comprar, en su caso transformar.
  - Establecer un precio de venta con un margen de utilidad.
  - Vender, saber relacionarse con las personas.
  - Saber cobrar, establece un sentido de lo que es justo y desarrolla la autoestima.
  - Fomentar el ahorro y generar nuevas inversiones.
  - Desarrolla la constancia, establecer metas y trabajar por ellas.

Algunas ideas para niñas y niños emprendedores con la supervisión de un adulto

- Agronegocios. Elaboración y venta de productos caseros como galletas, chocolates, mermeladas, jabones, etc.
- Servicios. Desarrollo de actividades manuales que ellos mismos puedan hacer sin ponerse en riesgo.
1. De limpieza, jardinería, corte de pasto.
2. Dar clases de alguna habilidad que tengan, fotografía, pintura, etc.
3. Cuidado y limpieza de mascotas.

- Comercio. Comprar al por mayor y vender al detalle (por ejemplo: dulces, golosinas, accesorios para niñas y niños, accesorios para mascotas).
- Producción y venta de hortalizas. Como una actividad de experimentación y recreativa, en la que la propia familia puede comprar estos productos.

- Cambia juguetes convencionales por contenidos (evita videojuegos, armas, barbies, estufas):
1. Identifica biografías, documentales, películas relacionadas con los intereses de tus hijos.
2. Si vas a regalar juguetes, dedica un poco más de tiempo y busca los juguetes educativos que desarrollen destrezas, habilidades, valores y la convivencia familiar.
3. Diseña métodos y herramientas que sean divertidas, pero altamente efectivas. No olvidemos que el juego, con un propósito claro y bien definido, es el mejor aliado para el aprendizaje.

El verdadero desafío en la vida es descubrir lo que nos gusta y apasiona. Guía y acompaña a tus niños y jóvenes a descubrir su verdadera pasión en su vida. Pocas  personas logran encontrar su vocación: lo que realmente les hace feliz.

¿Eres feliz con lo que haces? ¿Te levantas cada día con alegría y entusiasmo? Pregúntate: ¿qué mensaje transmiten cada mañana?

Un excelente regalo podría ser darte la oportunidad de poner en práctica estas recomendaciones. Lo vas a disfrutar y a tus niños y jóvenes los vas a sorprender.

Elige vivir PositivaMENTE