¿Qué es el poder?

  • Héctor Olmedo
A lo largo de la historia se ha analizado uno de los deseos más grandes del ser humano

Una larga lista podríamos desarrollar de teóricos y filósofos que han estudiado el fenómeno del poder durante siglos, y podríamos llegar a conclusiones mínimas de lo que representa y de su significado. También (hay que mencionar) podemos definirlo a partir de las percepciones propias que generamos día a día. En este artículo comparto un par de reflexiones acerca de uno de los deseos más grandes del ser humano.

En primera instancia puedo definir que el poder es esa capacidad que tiene el ser humano para lograr que otro, otros o algo cumpla su voluntad, pero ¿por qué el ser humano puede regocijarse en quebrantar la voluntad de otro? Quizá la respuesta la encontramos en la imperante necesidad de alimentar el ego o en la satisfacción que puede dejar el manipular la realidad.

Ahora bien, el poder ha sido uno de los deseos más grandes del ser humano, y que ha creado un sinfín de luchas y guerras en la búsqueda de su obtención, pero, ¿cómo se origina? En este punto me detendré brevemente para hacer mención de dos vertientes que pueden explicar este concepto: la primera se puede hallar en autores como Thomas Hobbes, que conciben al hombre como un ser malo por naturaleza y tendiente a la barbarie; para este filósofo inglés el estado natural del hombre es el de la guerra, el de la lucha permanente de unos contra otros, y en donde sólo el más fuerte puede vencer. Por otro lado, tenemos a autores como Juan Jacobo Rousseau, quien ve en el hombre a un ser bueno, y que carece de maldad al nacer, que tiende a crear comunidad buscando el bienestar social y el progreso.

¿Miradas diametralmente opuestas no?

Bueno, en algo podemos decir que coinciden: ambos autores perciben la necesidad del ser humano de vivir en comunidad, y en establecer “contratos sociales” con la finalidad de preservar la vida y de establecer leyes que le permitan vivir de manera armoniosa sin la necesidad de vivir en una incesante lucha. Este contrato social se construye a partir de la suma de las voluntades, de las capacidades de cada uno y de la renuncia a nuestro poder para ejercer la violencia para otorgarlo a una figura superior el Estado.

Bien, me interesaba compartir estas dos visiones para crear un contexto y dar una noción de que el poder se origina a partir de la necesidad humana de vivir, y sobre todo de la concentración de éste en un ente (Estado) que lo acumula y lo distribuye.

En la vida moderna, el poder está presente en todos los ámbitos. El primer contacto que nosotros como ciudadanos tenemos es el gobierno, pero el reflejo más claro de esta lucha por el poder quizás podemos encontrarlo en el sistema electoral que de manera sofisticada ha logrado institucionalizar esta disputa, pero este segundo tema será objeto de la siguiente reflexión y el próximo café.

Hasta pronto…

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Héctor Olmedo

Licenciado en Administración Pública y maestro en Ciencias Políticas por la BUAP; especialista en Derecho Electoral y Cultura Política. Se ha desempeñado en áreas de la administración pública federal y en órganos electorales federales y locales. Miembro de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales.