“Ustedes son nuestra razón de ser”

  • Gustavo Santín Nieto
Así la frase de Defina Gómez a estudiantes cuyas voces no son escuchadas al establecer normas

Cartas a Gracia

El Boletín SEP no. 2 “Gracias al esfuerzo de la comunidad escolar se tuvo un reinicio de clases presenciales seguro: Delfina Gómez Álvarez”, fechado el 3 de enero del todavía año nuevo Gracia, daría cuenta de las actividades que realizara la titular de la oficina educativa federal en la cuatro veces Heroica Puebla de Zaragoza. El tono de su discurso habría variado del utilizado en sus visitas previas a Tabasco y al Estado de México, entidades en las que se referiría a la conformación de los Comités de Escolares de Administración Participativa del Programa la Escuela es Nuestra, y reiteraría los agradecimientos al “esfuerzo que realizan los docentes [sin ignorar al resto de la comunidad escolar], para el reinicio de clases presenciales de manera segura y cumpliendo con los protocolos sanitarios”. Su breve estancia se aprovecharía para adelantar el anuncio del traslado de la dependencia a la entidad citada previamente (Martín Hernández, La Jornada de Oriente pág. 6, 4-01-22).

No obstante, al margen de la gira por la que será su próxima residencia y de la empatía que caracteriza su relación con las y los menores con los que platica; las diferencias de opinión en torno al formato del regreso a clases presenciales siguen aflorando y algunas entidades (once) y organismos, se muestran reticentes y continúan o bien de vacaciones, o aplazando el ingreso a clases presenciales sujetos a su propia agenda sanitaria; tal es el caso de las Instituciones de Educación Superior de carácter autónomo, Gracia, aunque sería necesario resaltar que varias reaccionaron al regaño mañanero.

Diferencias que “si bien se respetan”, opiniones de once entidades disidentes, violentarían lo dispuesto por la fracción I del Artículo 113, Capítulo Único De la distribución de la función social en la educación, del Título Séptimo Del Federalismo Educativo; inciso que reservaría para la federación de “manera exclusiva” -entre otras-, las facultades para (fracción XIX) “realizar la planeación y programación globales del Sistema Educativo Nacional”, incluido el calendario escolar. En tanto que la fracción III le facultaría para “establecer el calendario escolar aplicable en toda la República”; obligatorio para educación básica y media superior, lo mismo que para el sistema de formación docente, pero sin incluir en el calendario a la educación superior.

En tanto el Artículo 114 del mismo Título, conferiría  “de manera exclusiva” a las autoridades locales la potestad -entre otras- para “autorizar […] los ajustes que realicen las escuelas al calendario escolar determinado por la Secretaría para cada ciclo lectivo”; disposiciones (artículos 113 y 114) refrendadas por las leyes de educación emitidas por los congresos locales y, a guisa de ejemplo, el Artículo 76 de la Ley de Educación del Estado de Puebla, establecería que “el calendario que la autoridad educativa federal determine para cada ciclo lectivo de educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestras y maestros de educación básica, se publicará en el Diario Oficial de la Federación”, incluidos los ajuste al “calendario escolar” que las autoridades normativas pudiesen realizar, obligándose a publicarlo “en el Periódico Oficial del Estado”.

A pesar del diferendo, el Gobierno Federal se aplicaría, cumpliendo con una de sus chambas: la aplicación de una segunda dosis para las y los más de 3 millones de trabajadores de la educación; sin que hasta ahora, se emitan las reglas de operación para que estos actores, incluido el permiso laboral para faltar cuando coincidiera con días hábiles. El proceso que habría iniciado el sábado 8 de enero en el Estado de México -qué casualidad-, Colima y Baja California para que se garantice “la seguridad en los planteles y la adecuada operación del servicio educativo” (Boletín SEP no 1).

Sin embargo, y sin que ninguno de los actores involucrados descalifique a las autoridades locales -educativas y de salud-, parecería que las madres y padres de familia responsables de niñas, niños y adolescentes, inclinarían la balanza a favor de las autoridades disidentes al llamado de la Federación, a pesar de que la facultad para establecer el calendario escolar correspondería normativamente en el ámbito de lo que pueden y deben hacer las autoridades federales. No cabe duda que al que dos amos sirve, con alguno queda mal; aunque la frase pronunciada por Defina Gómez Álvarez, titular del despacho educativo de la administración federal dirigida a niñas, niños, adolescentes y jóvenes cuyas voces no son escuchadas a la hora de establecer este tipo de normas, pero en cambio se les apapache diciéndoles: “Ustedes son nuestra razón de ser”.

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Gustavo Santín Nieto

Poblano por elección. Profesor Educación Primaria, licenciatura en Economía UNAM y Maestro en Administración Pública INAP Puebla. Asesor de SEP en varios estados. Miembro SNTE. Dirige IUP y Coordina la AUIEMSS