Nacer sensual o ¿ser sensual?

  • Olivia Carrera Cabrera
El erotismo puede ser parte de la magia que mueve al arte

Estimados amigos bienvenidos a esta su columna Notas a La Carrera. Antes que nada quiero desearles lo mejor de la vida para este 2022.

El día de hoy hablaremos sobre un tema subliminal y carnal: la sensualidad. He decido escribir sobre este tema debido a que en este tiempo de pandemia he logrado recopilar varios poemas de mi autoría que han sido escritos a lo largo de los últimos treinta años y están dedicados a uno de los sentimientos más bellos que podemos sentir los seres humanos: la sensualidad.

Será un insignificante librillo, pero finalmente es parte de lo que me ha tocado vivir, ya que como todo ser humano no podemos evadir la magia del erotismo que llevada a niveles de expansión energética, nos hacen ser especiales a diferencia de los animales.  Los poemas no tendrán fechas ya que de manera premeditada estarán intercambiados para darles más anonimato y hacerlos casi impersonales.

Sensualidad

Hay quien nace con algún problema congénito por error de la señora genética, otros quizás pueden tener un problema en la piel o un grave problema en la vista, "la naturaleza se llega a equivocar". Hay quien padece alguna enfermedad maligna y eso hace que la vida se convierta en un viacrucis, cargando con un terrible mal que lo hace atravesar por “la calle de la amargura”, sin tregua a la recuperación; sin embargo son muchas las cosas que nos hacen ser diferentes a un ser humano con referencia de otro.  Pese a todo esto y muchas más, hay quien nace… sensual, ¿defecto o virtud? La sensualidad provoca una misteriosa atracción que no necesariamente es sexual.

La sensualidad es un ente que se lleva bajo la piel, no es algo que se elija, es más bien un accidente de nacimiento y que al igual que una enfermedad, se nace con ella y se vive de igual manera. No se aprende a diferenciar. Desde el primer día nacimiento viene implícito con la piel, en el alma, y en la carne, viene implícito e impregnado en el cuerpo etérico de la persona, esto es, como si desde que se desarrolla un embrión ya se tejiera en su ADN esa información que marca de por vida, es algo así como el color de piel del que seguramente no se elige, es involuntario y muchos pueden percibir de manera erótica o sexual, según el nivel hormonal.

Cada ser humano tiene sus niveles muy personales de percibirlo, en ello se envuelven: la educación, las creencias, la cultura y hasta su propia naturaleza. Alguien puede decir que  ser sensual es angelical, otros más podrán percibir maldad, en fin, cada quien tendrá su propia interpretación. No es lo mismo sensual que sexual, lo obvio es pasajero lo sensual, perpetuo.

Con la sensualidad, vives, sueñas, con ella se cohabita y está presente los 365 días del año de manera involuntaria, durante el día y en la noche. Ésta no respeta género ni creencia política ni edad. La sensualidad es provocativa, es una incitadora natural, es una atracción extraña, cuando alguien la percibe no la puede definir. Si a alguien le preguntas ¿qué es?, lo siente pero no lo define.

La sensualidad es una pasión que vibra desde que se nace, es el derroche de una energía que atrapa a las neuronas de otro ser y del tuyo mismo y las extiende a lo largo del cuerpo, pero no sólo eso, brillan y se expanden a lo largo de las células de la piel y las cambia de color, musicaliza el espíritu de los amantes, los hace fogosos a la llama del amor, tienen un aroma entre rosas y jazmines. Tienen su sello propio. Los átomos de la sensualidad son incandescentes, nunca se apagan, tienen virtudes virginales ya que siempre tienen nuevas experiencias

Nacer sensual es tener la calidez en el cuerpo que inicia desde la punta del cabello más largo, hasta la uña más pequeña del pie. Nacer sensual es llenar una noche de magia, es también envolver de ensueños y quimeras que juntas ¡ay Dios mío!...  trastornan a la más negra obscuridad en un lugar lleno de estrellas que resplandecen en el momento más tenebroso aún en el ocaso de la vida.

La sensualidad son movimientos ondulantes que al igual que dunas del desierto, hacen perder las carnes confundidas en arena que dan calor y vibran en el día y aún en la frialdad de la noche, las navegantes manos encienden la llama de la pasión.

No sé sabe cuándo empezó ni cuándo se terminó.

La sensualidad se vive, se vibra... al igual que unas cuerdas de un violín que te envuelven en finos vibratos que logran llegar a la más alta éxtasis en la que te puedes perder y olvidar de ti mismo.

“La sensualidad te emociona, te hace perder la razón porque opera desde el sistema central nervioso; puede ser que no entiendas nada, pero eso sí, hace que sientas demasiado”.

La sensualidad no entiende creencia ideológica posible, es una magia que crece desde un beso hasta hacer que te enajenes de ti mismo, por ejemplo: es una noche de luna brillando que te contempla desde una curiosa ventana y te observa durante horas, desnuda, esperando detenidamente a que el sol brille en tu rostro para iluminarse aún más con una sonrisa. Es un ritual de magia blanca y como es esoterismo, sencillamente enamora.
La sensualidad la llevas las 24 horas del día, por la mañana y por la noche. A la sensualidad le puedes tomar la temperatura y se puede medir en grados de emoción y de acción.

Por estos y más detalles, que viva la sensualidad y en homenaje hemos intitulado este libro de poemas: “SENSUALIDAD”. Esperemos que les guste. 

Hasta las próximas, Notas a la Carrera

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Olivia Carrera Cabrera

Profesora, abogada, política, crítico de arte, promotora cultural con experiencia en los medios de comunicación como Influencer y líder de opinión. Fundadora del periódico cultural de México: Vanguardia manantial informativo