La riqueza NO es contagiosa

  • Oscar Gómez Cruz
El Presidente tiene razón al decir que las privatizaciones de Salinas sólo beneficiaron a una élite

En el año 1994, Carlos Salinas de Gortari era presidente de México, se encontraba al final de su mandato y en la cima de su poder, después de haber implementado una serie de cambios en materia económica de gran envergadura.

Salinas, egresado del doctorado en Política Económica de la Universidad de Harvard, representaba el epítome de los "tecnócratas", que tomaron el poder en un afán de presentar a los mexicanos a un “PRI renovado" y alejado de las ideas políticas, sociales y económicas asociadas a los presidentes Echeverría, López Portillo y De La Madrid.

Salinas formó un gabinete con gente como él y dejó los espacios necesarios para "el sistema”. Porque en aquel entonces, sin importar el enorme poder que tenía el presidente, el propio sistema operaba bajo unas reglas no escritas y una estructura de grandes "tlatoanis" que, a modo de consejo de administración, "sugerían" o "avalaban" las decisiones tomadas por el presidente en turno.

Salinas llevó a cabo una serie de privatizaciones y de "adelgazamiento" de la estructura gubernamental, bajo la visión de que el Estado no debe hacerse cargo de actividades que el mercado puede hacer mejor, en un marco de competencia y eficiencia, que se refleja en mejor servicio, menores costos y mayores tasas de reinversión en tecnología.

Salinas tenía y tiene razón: el Estado y su brazo ejecutor que es el gobierno son tremendamente inefectivos, lentos y burocráticos, porque la esencia del gobierno al operar empresas no es generar valor y rentabilidad financiera, esto pasa a un segundo término, porque en el remoto caso de que se obtengan utilidades, éstas se direccionan a otras actividades del Estado a modo de subsidios sociales, dejando pocos o nulos recursos para reinversión en tecnología, planta, modernización, investigación y desarrollo.

Con el paso del tiempo, las actividades que el Estado asume realizar compitiendo contra el mercado, generan enormes pérdidas operativas, rezago y por supuesto en un país como México, una corrupción rampante. La idea de Salinas en esencia es y era correcta: el Estado es ineficiente y se genera más valor si ciertas actividades las realiza el sector privado.

Salinas de Gortari fue una de las figuras políticas e ideológicas más importantes de la historia moderna de México, hasta que llegó otro político que lo utilizó como marco de referencia del pasado y de las malas prácticas que el sistema político mexicano creó y afianzó como algo normal, natural y aceptado.

Andrés Manuel López Obrador llegó a la escena política y desde un principio utilizó la figura de Salinas como el referente de todo lo malo. Aquello que afianzó durante los años noventa al egresado de Harvard, como un referente del político moderno y de avanzada, fue utilizado por López Obrador como la personificación de la corrupción, del abandono de las políticas para apoyar a los más pobres, del entreguismo y la venta de los recursos del país, y lo presentó como el gran "orquestador" de la clase política que lo sucedió.

El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene razón cuando se pronuncia, desde hace años, en contra del modelo económico implementado por Carlos Salinas, al afirmar que "la riqueza NO es contagiosa”.

Su crítica a lo que él llama neoliberalismo tiene sustento, cuando asevera que las decisiones de Salinas generaron una enorme riqueza, pero sólo para aquellos beneficiados con su programa de privatizaciones y para aquellos miembros de la élite del poder que coordinaron este proceso.

López Obrador tiene razón al afirmar que la pobreza y la inequidad no se terminan simplemente dejando que el "mercado se ajuste", como aseveran muchos economistas. Si bien este principio es indiscutible, habría que señalar que el mercado se ajusta siempre, pero de acuerdo al sistema en el cual se deben equilibrar los factores.

En el capitalismo, el sistema se ajusta a la oferta y la demanda, prevalecen los que mejor hacen las cosas, pero el "ajuste" del mercado no incluye una distribución de la riqueza que permee hacia abajo. Es un absurdo pensar que esto puede suceder y actuar en consecuencia.

El capitalismo global genera una enorme riqueza que hace más ricos a los dueños del capital, no a la mano de obra, ni siquiera a los que poseen el capital intelectual.

Así que algo no está bien en el modelo económico mundial, y nadie parece estar cerca de encontrar un adecuado mecanismo de distribución o de transferencia de riqueza a las clases menos favorecidas, porque al hacer esto bajo el sistema actual se pierde competitividad. Solo imagine que una empresa multinacional tome un porcentaje importante de sus utilidades para pagar sueldos, salarios, bonos y prestaciones a sus trabajadores, por encima "del mercado". Al hacer esto sus costos se incrementarán y por ende sus precios, haciéndolos menos competitivos "en el mercado”.

La distribución de la riqueza vía impuestos está superada por la enorme corrupción e ineficiencia que prevalecen en el gobierno. Los sistemas educativos que responden "al mercado" están mal, cuestan un dineral, dejan endeudados a los padres y estudiantes casi de por vida, y los empleos que se obtienen se convierten en prisiones para la materia gris mundial.

Se pone a la gente preparada a vivir el “día de la marmota”, y a permanecer endeudados con créditos educativos, hipotecas, tarjetas de crédito, además de tener vidas que poco favorecen la realización personal y profesional.

Si se busca emprender, "el mercado" requiere grandes inversiones iniciales que nadie tiene, más que los grandes bancos y las firmas de capital de riesgo. Es decir, "el mercado" se ajusta siempre hacia arriba, nunca hacia abajo, generando que sin importar el país o la economía que usted quiera citar, un ciudadano promedio, si es afortunado lleva la vida de ‘Homero Simpson’. Mientras, los menos favorecidos tienen que subsistir con menos de dos dólares al día.

El dar dinero a fondo perdido puede parecer un acto absurdo y populista, pero ¿qué otra opción queda para quienes menos tienen?

Es pregunta.

 

FB GomezCruzOscar

FB 2Tres15

IG 2Tres15

Tw DosTresQuince

 

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Oscar Gómez Cruz

Maestro en Asuntos Internacionales de Negocios Universidad de Columbia. Maestro en Administración Pública INAP. Egresado de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. Es presidente de 2TRES15