PAN desunido en el 2024, no es opción

  • Rafael Micalco Méndez
El proceso para elegir a la dirigencia estatal debe mirar hacia el parteaguas en la vida de México

A una democracia auténtica, la caracterizan tres elementos sustanciales: respeto a los derechos humanos, reconocimiento de los derechos políticos y sistema legal que objetivamente garanticen el ejercicio de ambos.

Adolfo Christlieb Ibarrola

Acción Nacional no le teme a la democracia. El partido se forma como la primera opción para la alternancia y con ello abonar de manera significativa a la democracia del país. Esa época como todas, incluso hoy es una tarea compleja.

Pasaron varios años para que la democracia incipiente diera los primeros triunfos del PAN, la tentación del poder en turno para impedirlo siempre ha estado latente.

De igual forma los procesos en el PAN nos han distinguido del partido en el poder, que hasta por rifa, eligen sus candidatos. Nuestro partido está siempre llamado a vivir la democracia interna; de ella se nutre para salir a la vista del ciudadano de manera congruente.
En Puebla celebramos que los más de 19 mil panistas en el estado tengamos hoy la oportunidad de ejercer nuestro voto para elegir a la próxima dirigencia estatal, pero como resultado de un proceso de reflexión, de escucha activa y contrastación de ideas y proyectos; y no de la arenga vacía o el ataque sin sustento.

Hoy cada panista debe valorar el momento histórico que vivimos. El parteaguas en la vida de México que será la elección del 2024. En esta elección iremos a combatir a un partido en el poder que ha logrado engañar a millones con hipocresía, uno que consolida un discurso sectario y bélico dividiendo a los mexicanos. Nadie puede decir que será una batalla fácil la que se avecina. El reto simplemente es el más importante que vivirá nuestro México desde el inicio de su vida democrática. La democracia en nuestro país está en juego.
Teniendo presente esto, elegir a quien conducirá el proceso desde el Comité Directivo Estatal debe elevarnos la mirada para elegir correctamente. No es momento para divisiones internas; rechacemos la polarización y posturas maniqueas. Evitemos agravios irreconciliables que solo nos impidan caminar como el único partido que somos. Cuidemos que Acción Nacional sea el que pierda en este proceso de renovación.

Es por ello que insistiré permanentemente en que hagamos un proceso digno del PAN, a la altura de las circunstancias, que nos concentre en la formación de un proyecto de partido y no de personajes; en una organización y no en mayoriteo de cotos o grupos, en un proceso con alta certeza jurídica y muestra de la vida democrática.

Porque de lograr el cometido democrático que tiene una contienda interna, muy seguramente podremos concluirlo en unidad en torno a nuestros principios y valores. Muy seguramente la inclusión será la constante de nuestra fuerza; la transparencia, el aliciente de la confianza mutua, así como la suma de talentos, será la base de nuestros futuros triunfos.
Pero requiere un esfuerzo de todos: de las candidatas, para que eleven el debate, se concentren en dar a conocer sus propuestas y escuchen lo que la militancia tiene que decir. También de los equipos de campaña que debemos mantener el rumbo estatutario, pero esencialmente, competir dentro de las reglas planteadas. Si nos distraemos en prácticas deplorables, nadie, absolutamente nadie gana.

También las actuaciones de los órganos del partido jugarán un papel importante en la conducción del proceso. Las dirigencias deben mantenerse imparciales y facilitar que la militancia conozca las opciones, propuestas y respaldo con el que cuente cada una de las fórmulas. Las autoridades electas o representantes populares deben ejercer su derecho político de manifestarse en favor de sus candidatos en observación irrestricta de la legalidad, con honestidad y pulcritud en sus actos de persuasión. Cada uno de las y los que militamos debemos asumir un papel crítico y analítico de las opciones que nos presentan y votar en libertad plena, así como denunciar coacción o intentos de compra de conciencias. Todos tenemos mucho por hacer en este proceso.

El panismo en Puebla debe demostrar que se puede disentir sin ofender, se puede comparar sin menospreciar, se puede razonar sin denigrar, porque las batallas internas nos deben fortalecer y unir. Ganar una elección debe ser muestra de generosidad y no de vanidad; debemos ganar para servir y unir, y no para el agandalle y la exclusión.
La ciudadanía nos mira a través de los medios de comunicación, démosle razones para confiar en nosotros, porque sin ellos no lograremos nuestra meta en el 2024.

El PAN sabe muy bien que ir sin su acompañamiento o con divisiones internas al 2024 no es opción. El PAN somos hoy y ahora quienes tendremos la opción de votar. Seamos congruentes con nuestra misión histórica.

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Rafael Micalco Méndez

Miembro activo del PAN desde 1988, miembro del CEN, consejero Nacional y Estatal; expresidente Estatal del PAN Puebla 2006-2009 y 2012-2015; licenciado en Administración de Empresas; diputado local 2005 y federal 2012. Actualmente, secretario Nacional de Promoción CEN y diputado local electo.